Entender qué es una persona física o jurídica es esencial al momento de iniciar cualquier actividad económica. Estas figuras legales implican distintos derechos y obligaciones. En esta guía conocerás sus diferencias, ventajas y tipos.
¿Qué es una persona física o jurídica?
Para conocer las diferencias entre una persona jurídica o física, es importante distinguir en qué consiste cada denominación.
Definición y características de una persona física
Este término se usa para referirse a cualquier persona con la capacidad de ser titular de derechos y obligaciones, así como tener capacidad de obrar una vez que cumple 18 años. Sus características son:
- Tiene responsabilidad patrimonial siendo autónomo.
- Está sujeta principalmente al IRPF. Si ejerce una actividad, también está obligada a declarar el IVA o el IAE.
- Debe conservar libros contables y registros de su actividad, presentar autoliquidaciones y disponer de domicilio fiscal.
- Puede actuar directamente o a través de un representante autorizado.
Definición y características de una persona jurídica
Por su parte, una persona jurídica es cualquier organización, empresa, asociación o fundación que la ley reconoce como un sujeto distinto de las personas que la forman. Se caracteriza por tener patrimonio separado del de sus socios y un NIF propio. Otras características son:
- La responsabilidad de cumplir las obligaciones recae sobre la entidad.
- Sus decisiones se canalizan a través de administradores u órganos de gobierno.
- Está sujeta, con carácter general, al Impuesto sobre Sociedades, además de IVA o IAE.
- Debe llevar su contabilidad mediante el seguimiento de normas estrictas.
- Incluye sociedades limitadas, anónimas, cooperativas, asociaciones y fundaciones, cada una con normas propias de constitución y funcionamiento.
Diferencias y criterios para determinar si una actividad es persona física o jurídica
Ahora que conoces qué es una persona física o jurídica, es momento de especificar algunas de sus diferencias fundamentales.
Diferencias legales, fiscales y administrativas
En el plano legal, la persona física responde de forma ilimitada con su propio patrimonio, mientras que la jurídica debe disponer de un patrimonio separado y su responsabilidad suele limitarse a la aportación de los socios.
Si hablamos de materia fiscal, la primera tributa en el IRPF, mientras que la segunda lo hace en el Impuesto sobre Sociedades. Ambas están obligadas a tributar el IVA si realizan una actividad económica.
También existen diferencias entre persona física o jurídica en el ámbito administrativo, ya que los trámites de la persona física son más simples. La jurídica debe inscribirse en registros, llevar contabilidad mercantil y cumplir con obligaciones formales más complejas.
Capital y patrimonio requeridos
Cuando una persona física busca iniciar una actividad económica, no se exige tener un capital mínimo, ya que sólo basta con darse de alta en Hacienda y en la Seguridad Social.
Por el contrario, una persona jurídica requiere aportaciones iniciales. Por ejemplo, una Sociedad Limitada exige al menos 3000 euros de capital social, y una Sociedad Anónima un mínimo de 60 000 euros.
Derechos y obligaciones principales
Una persona física o jurídica puede adquirir bienes, contratar servicios y generar obligaciones. La diferencia radica en la forma de asumir riesgos, puesto que las personas físicas responden personalmente, mientras que las jurídicas centralizan la responsabilidad en la entidad.
Criterios prácticos para identificar el estatus
Es habitual preguntarse si un autónomo es persona física o jurídica. En este sentido, te podemos decir que todo profesional autónomo que factura con su propio NIF siempre será persona física.
Cuando una actividad se organiza con estatutos, capital aportado y órganos de gestión, estamos hablando de una persona jurídica. Esta es la forma más sencilla de responder a la pregunta de «¿cómo saber si soy persona física o jurídica?»
La financiación también marca diferencias. Si hablamos de actividades sostenidas con patrimonio personal, estas se consideran de persona física. Cuando requieren aportaciones de capital de varios socios o inversores, se configuran como personas jurídicas.
Casos prácticos
Según los criterios anteriores, podemos evaluar algunos ejemplos prácticos:
- Profesionales. Un abogado que ejerce de forma individual siempre tributa como persona física.
- Microempresas. Cualquier pequeño comercio con un único titular puede funcionar como autónomo o constituirse como sociedad limitada si desea reducir su responsabilidad patrimonial.
- Sociedades. Finalmente, una startup tecnológica que capta inversión de terceros opera necesariamente como persona jurídica, dado que requiere estructura societaria y capital social mínimo.
Autónomo como persona física y paso a persona jurídica
Entender si un autónomo es persona física o jurídica es muy simple. Sin embargo, existen casos donde conviene cambiar la figura legal de tu negocio según tu actividad económica.
Ventajas y desventajas de ser persona física o jurídica al emprender
Elegir entre mantenerse como autónomo o dar el paso a una sociedad no es sólo una cuestión fiscal. Algunos de los factores a considerar son:
| Factor | Autónomo | Persona jurídica |
| Trámites iniciales | Alta rápida en Hacienda y en la Seguridad Social, sin necesidad de escritura notarial | Requiere de escritura pública, inscripción en el Registro Mercantil y obtención de NIF propio |
| Capital mínimo | No se exige | Depende del tipo: 3000 € en SL y 60 000 € en SA |
| Responsabilidad | Ilimitada, responde con todos sus bienes personales | Limitada, el riesgo se concentra en el patrimonio de la sociedad |
| Fiscalidad | IRPF, con tipos progresivos según ingresos | Impuesto sobre Sociedades, con tipos fijos |
| Gestión contable | Obligaciones más sencillas, libros y registros básicos | Contabilidad mercantil obligatoria, cuentas anuales y mayor control administrativo |
| Imagen y crecimiento | Menos proyección frente a clientes o inversores | Mejor acceso a financiación, contratos con grandes empresas y mayor credibilidad |
El traspaso de la actividad exige comunicar a la Agencia Tributaria el cese como autónomo y el inicio como sociedad. Además, es necesario actualizar la inscripción en la Seguridad Social y traspasar los bienes y contratos a nombre de la nueva persona jurídica.
Información sobre el servicio gratuito de facturaciónTipos de persona física o jurídica y figuras legales
Además de la clasificación general de persona física o jurídica, hay otros tipos de denominación según la naturaleza de la organización.
Existen las personas jurídicas de derecho público, como el Estado, las comunidades autónomas, los ayuntamientos u otros organismos. Su función principal es gestionar intereses colectivos y ejercer potestades administrativas.
En el ámbito del derecho privado se incluyen sociedades mercantiles, asociaciones, fundaciones y cooperativas. Este tipo de personas jurídicas actúan dentro de la esfera económica o social, pero sin ejercer funciones públicas.
Formas jurídicas más comunes
Si te preguntas si una empresa es persona física o jurídica, aquí te dejamos una clasificación:
- Empresario individual o autónomo: es la persona física que inicia una actividad económica por cuenta propia.
- Sociedad civil: corresponde a dos o más personas que acuerdan aportar recursos para un fin común, sin necesidad de inscripción mercantil.
- Sociedad limitada (SL): aquí se exige un capital mínimo de 3000 euros y circunscribe la responsabilidad al patrimonio social.
- Sociedad anónima (SA): requiere un capital de 60 000 euros y se orienta a proyectos de mayor dimensión.
- Cooperativa: es una entidad formada por socios que participan en igualdad de condiciones y persiguen fines económicos o sociales de manera conjunta.
Ejemplos de organizaciones que son persona jurídica
Dentro de las personas jurídicas se destacan los bancos, los cuales gestionan recursos financieros bajo esta figura, así como también las ONG que trabajan en proyectos sociales o humanitarios con personalidad jurídica propia.
Las multinacionales se estructuran como sociedades mercantiles en distintos países, y hasta sus pequeñas sociedades limitadas de ámbito local tienen reconocimiento como personas jurídicas.
Alquilar como persona física o jurídica: implicaciones legales y fiscales
Antes de alquilar como persona física o jurídica tienes que conocer algunos factores relevantes.
Cuando el arrendador es una persona física, el contrato se celebra a título individual, es decir, que la identificación se realiza con su NIF personal según indica la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) para viviendas o locales.
En cambio, si el arrendador es una persona jurídica, el contrato lo firma un administrador o representante autorizado de la entidad y se utiliza el NIF de la sociedad. Dichos documentos suelen incluir cláusulas más complejas relacionadas con responsabilidad y gestión empresarial.
Ventajas y obligaciones fiscales según la modalidad
La fiscalidad de alquilar como persona física o jurídica cambia de manera importante según diversos factores. Para entender sus diferencias, puedes consultar esta tabla:
| Factor | Persona física | Persona jurídica |
| Retenciones | El inquilino debe practicar una retención del 19 % en arrendamientos para actividades económicas. | El arrendador factura con retención aplicable, que también suele ser del 19 %. |
| IVA | No se aplica en alquileres de vivienda. Sí en locales de negocio, al 21 % | Mantienen el mismo criterio: exento en viviendas y sujeto al 21 % en locales. |
| Gastos deducibles | Se pueden deducir reparaciones, seguros, tributos y amortización del inmueble en el IRPF. | Se pueden deducir gastos relacionados en el Impuesto sobre Sociedades, con reglas más amplias. |
| Obligaciones formales | Declarar en el IRPF y presentar los modelos de retenciones si procede. | Llevar una contabilidad mercantil y cumplir con las declaraciones periódicas del IVA e IS. |
Recomendaciones para elegir entre alquilar como persona física o jurídica
Podemos decir que la elección de un tipo de persona física o jurídica para alquilar depende de la dimensión y finalidad del arrendamiento. Si alquilas una o pocas viviendas, lo más sencillo es mantenerse como persona física, ya que reduce costes administrativos y trámites.
Si se trata de gestionar varios inmuebles o locales de negocio, puede resultar más ventajoso operar como una sociedad. De este modo, se limita la responsabilidad personal y se accede a una fiscalidad más estable en el Impuesto sobre Sociedades.
En cualquier caso, conviene evaluar el volumen de ingresos, el riesgo patrimonial y los gastos que se quieren deducir antes de decidir el encuadre más adecuado.
Más información sobre FinomVentajas y desventajas de ser persona física o jurídica al emprender
Antes de iniciar un negocio es necesario evaluar qué figura legal te conviene más. La elección entre persona física o jurídica afecta al tipo de impuestos, el nivel de riesgo, la facilidad para crecer y los costes de gestión.
Beneficios y riesgos de iniciar una actividad como persona física
Emprender como persona física resulta atractivo por la simplicidad inicial. El alta en Hacienda y en la Seguridad Social es rápida, no se exige capital mínimo y los costes de constitución son prácticamente nulos.
El riesgo aparece en la responsabilidad personal ilimitada. Cualquier deuda o incumplimiento afecta directamente a tu patrimonio como emprendedor. Asimismo, a partir de ciertos ingresos, la carga fiscal en IRPF puede superar la de una sociedad.
Beneficios y limitaciones de constituirse como persona jurídica
Crear una sociedad te permite limitar la responsabilidad, lo que protege tu patrimonio personal. Se tiene una mejor imagen frente a clientes e inversores, algo que facilita el acceso a financiación.
Su mayor inconveniente está en los mayores requisitos legales y administrativos. La creación de la entidad requiere capital inicial, gastos de notaría y registro, contabilidad mercantil obligatoria y cumplimiento de obligaciones más estrictas. Esto supone costes adicionales y una gestión más compleja.
Comparativa para emprendedores y pequeños negocios
Para quienes comienzan con un proyecto de baja inversión y actividad reducida, la persona física ofrece flexibilidad y rapidez. Un autónomo puede validar la viabilidad de su idea sin asumir grandes costes iniciales.
Si por otro lado, el negocio tiene una buena proyección de crecimiento, captar inversión o contratar personal, la persona jurídica resulta más conveniente. Su estructura formal brinda seguridad, estabilidad y mejor posicionamiento en el mercado.
FAQ
¿Qué errores comunes se deben evitar al elegir entre persona física y jurídica al iniciar un negocio?
El error más habitual es decidir sólo por la simplicidad inicial sin valorar riesgos patrimoniales, carga fiscal futura o costes administrativos.
¿Cómo afecta a la sucesión hereditaria según seas persona física o jurídica?
En persona física, los bienes y deudas se transmiten directamente a los herederos. En persona jurídica, la sociedad continúa y las participaciones o acciones cambian de titular.
¿Qué costes ocultos pueden surgir al operar como persona jurídica frente a persona física?
Aparecen gastos de notaría, registro mercantil, asesoría contable y auditorías cuando son obligatorias, además de mayores tasas administrativas.
¿Cómo influye la forma jurídica en el acceso a subvenciones o ayudas públicas?
Muchas ayudas se dirigen a sociedades por su impacto en empleo y formalidad. Los autónomos también acceden, pero suelen tener límites más estrictos.
¿Qué impacto tiene la figura elegida en la protección de datos y cumplimiento normativo (p. ej. RGPD)?
El cumplimiento es obligatorio en ambos casos. Sin embargo, las sociedades suelen estar más expuestas a sanciones por volumen de datos y necesidad de delegados de protección.
¿Es mejor comprar un inmueble como persona física o como persona jurídica?
La elección depende del objetivo. Para uso personal, suele convenir hacerlo como persona física. Si se destina a explotación económica, la sociedad puede ofrecer ventajas fiscales y de gestión.
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