El factoring se ha consolidado como un recurso indispensable para mantener la liquidez de pequeñas y medianas empresas en toda España. Por esta razón, hemos decidido crear una guía en la que te explicamos cuándo vale la pena usarlo, cómo funciona, sus beneficios y desventajas, entre otros aspectos importantes.
¿Qué es el factoring y para qué sirve en una empresa?
El factoring es una herramienta financiera que permite a tu empresa «vender» sus facturas pendientes de cobro a una entidad especializada (factor) a cambio de recibir liquidez. En lugar de esperar a que los clientes paguen cada factura, el factor te adelanta un porcentaje del dinero. En España, este suele oscilar entre el 80 y el 90 %, aunque esto varía según el riesgo de la operación, entre otros aspectos.
La principal ventaja es convertir en liquidez inmediata las cuentas por cobrar. Con ello, se solucionan problemas en el flujo de caja cuando los clientes establecen plazos de pago largos.
Aplicaciones del factoring como herramienta de financiación
La principal función de este servicio es ayudar a tu empresa a mejorar su liquidez en poco tiempo, además de lo siguiente:
- Mejorar el flujo de caja de la empresa para afrontar gastos operativos, salarios o incluso inversiones.
- En el factoring sin recurso, no tienes que preocuparte por el incumplimiento de pagos, ya que es el factor quien asume el riesgo.
- Si se cuenta también con un servicio de gestión, se simplifica en gran medida todo lo relacionado con los cobros de tu empresa al no darle seguimiento a las facturas.
Regulación del factoring
Este servicio está regulado a través de diferentes leyes en España, tales como el Código de Comercio, la Ley 5/2015, de 27 de abril, de Fomento de la Financiación Empresarial, o la Ley 10/2014, de 26 de junio, de Ordenación, Supervisión y Solvencia de Entidades de Crédito. Este marco jurídico garantiza seguridad al aplicar este tipo de instrumento financiero para el beneficio empresarial.
Descubra nuestra cuenta de empresa¿Cómo funciona el factoring? Proceso paso a paso
Ahora que entiendes qué es el factoring, te podemos explicar cómo es el proceso para acceder a este servicio:
- Emisión de factura: Tu empresa, al vender algún producto o servicio, emite una factura a tu cliente.
- Contacto con el factor: Una vez que se emite la factura, contactas con el factor (entidad financiera) para solicitar el servicio.
- Evaluación: El factor se encargará de ponderar la solvencia de tu cliente para determinar el nivel de riesgo del proceso.
- Firma de contrato: Si la evaluación resulta positiva, entonces tendrás que firmar un contrato que establece tus obligaciones y derechos.
- Anticipo del pago: La entidad financiera te dará un anticipo del pago según el porcentaje acordado en el contrato.
- Gestión de cobro: En este paso, el factor se encarga de cobrarle a tu cliente el importe de la factura.
- Liquidación: Cuando el factor recibe el dinero, se abona el importe restante de la deuda inicial, descontadas las comisiones y honorarios.
Es importante destacar que existen algunas operaciones que implican la notificación al deudor respecto al uso del factoring, mientras que otras son confidenciales, pero acarrean un coste mayor en comisiones.
Contratos de factoring: Condiciones esenciales
Para que un contrato de factoring se considere válido, debe cumplir con una serie de requerimientos básicos, los cuales son:
- Identificación de las partes involucradas, es decir, el cedente o proveedor (tu empresa), el factor y el deudor.
- Información de la factura, cantidades a cobrar y plazos de pago.
- Modalidad que se va a aplicar, es decir, con o sin recursos, o instantánea.
- Deben mostrarse claramente cuáles serán las comisiones y honorarios del factor por su servicio.
- También se ha de mencionar cuál será el anticipo de la deuda para tu empresa y si se aplicarán intereses.
- Obligaciones del cedente, tales como garantizar la validez de la deuda o no haber cedido las facturas a otras instituciones.
- No pueden faltar las obligaciones del factor, como hacerse cargo de la gestión de cobros o pagar el anticipo de la deuda, entre otros.
- Por último, se tienen que mencionar las leyes que sustentan el contrato y su validez.
Cada una de las cláusulas de un contrato de factoring se puede modificar según las necesidades de tu empresa, las políticas de riesgo del factor y la solvencia del deudor.
Tipos de factoring: Con recurso, sin recurso e instantáneo
Existen varias modalidades de este servicio que puedes contratar según tus necesidades:
- Con recurso: Esta modalidad establece que el cedente (tu empresa) mantiene la obligación de pagarle al factor en caso de que tu cliente incumpla el pago. De esta forma, recibirás el dinero adelantado de la deuda, pero asumiendo el riesgo de impago.
- Sin recurso: En el factoring sin recurso es el factor quien asume el riesgo por incumplimiento. Esta opción representa una modalidad más costosa, pero elimina problemas al trabajar con clientes nuevos o en un mercado volátil.
- Instantáneo: El instant factoring puede ser con o sin recurso, siendo su característica principal la rapidez con la que el factor libera los fondos. También implica un pago más alto de comisiones y no son muchas las entidades que ofrecen esta modalidad en España. Es una modalidad informal más propia de fintechs o plataformas digitales.
Factoring internacional
Es probable que también hayas escuchado sobre el factoring internacional o de exportación, que es una herramienta de financiación que sigue las mismas reglas del servicio tradicional.
La única diferencia es que se aplica en transacciones internacionales y la dificultad del servicio depende de las leyes que lo regulan en los diversos países involucrados.
Por otra parte, hay que destacar que para las exportaciones se suele presentar un modelo de factoring a dos factores, es decir, que puedes necesitar trabajar con un factor en España y otro en el país del importador.
Contabilizar el factoring sin recurso
¿Cómo funciona el factoring sin recurso en tu contabilidad? Cuando se contrata este servicio, tu empresa estará vendiendo o cediendo un activo a la entidad financiera. Entonces, para la contabilidad, esto implica que la cuenta por cobrar debe darse de baja en el balance contable (según lo que establece el Plan General de Contabilidad).
Información sobre el servicio gratuito de facturaciónVentajas e inconvenientes del uso del factoring
Usar un producto financiero como este tiene muchos beneficios, pero también puede generar inconvenientes que debes conocer:
Ventajas | Desventajas |
Aumento de liquidez: Este es el beneficio más inmediato, ya que mejora el flujo de caja de tu empresa y libera capital para seguir creciendo. | Pago de comisiones: Contratar un servicio como este implica el pago de comisiones a la entidad financiera, lo que reduce el margen de ganancia. |
Reducción de riesgos: Al contratar el factoring sin recurso, puedes olvidarte del riesgo de incumplimiento, lo que es ideal para empresas pequeñas o cuando trabajas con clientes nuevos. | Relación con el cliente: Algunos clientes prefieren mantener una relación directa con sus proveedores, lo que no es posible cuando trabajas con este servicio. |
Facilidad de procesos: El factor gestiona todo el proceso de cobros con personal especializado, lo que elimina la carga a la empresa. | Limitaciones y restricciones: El factor puede establecer restricciones con respecto a los clientes según su historial crediticio. |
Flexibilidad: Estos servicios se adaptan a las necesidades del negocio en función de las condiciones del factor. |
Ejemplo de factoring: Tres casos reales
Aquí te mostramos un ejemplo de factoring para algunos escenarios comunes:
Ejemplo Nº1: Pyme que necesita adelantar facturas sin perder clientes
Imagina que tienes una empresa que realiza remodelaciones de hogar en Madrid. Tu servicio se caracteriza por ser rápido, pero tus clientes establecen plazos de pago largos de más de 60 días. Esto genera un problema de liquidez para comprar materiales o pagar salarios.
Contratar un servicio de este tipo te ayudará a reducir la incertidumbre de los pagos por parte de tus clientes. También se puede decir que, al ofrecer servicios puntuales, se elimina el riesgo de deteriorar la relación con el cliente al notificar el uso de factoring.
Ejemplo Nº2: Empresa que gestiona grandes volúmenes y necesita tesorería
Ahora imagina que tu empresa se especializa en realizar el transporte de mercancías en todo el país, distribuyendo productos en diferentes supermercados. De ser así, lo más probable es que emitas facturas constantemente, algo que puede complicar la gestión de cobros.
La mejor solución para esto es utilizar un servicio de factoring con un factor reconocido y confiable. Todo el proceso de cobro lo realizan profesionales en el campo, lo que te permite centrar energías en mejorar tu servicio y tener un mayor fondo de emergencia.
Ejemplo Nº3: Negocio con estacionalidad que equilibra ingresos
Supongamos que te encargas de un viñedo. Organizas desde la producción a la venta del vino a supermercados reconocidos del país. Estos establecen plazos de pago largos, entre 60 y 90 días.
Tus ventas aumentan durante estaciones o fechas populares como Navidad y disminuyen el resto del año. Sin embargo, tienes que seguir pagando los costes de producción, mantenimiento y reinversión para la siguiente cosecha y elaboración del vino, los cuales se mantienen constantes a lo largo del año.
Para mantener un flujo de caja constante y suavizar el impacto de las ventas estacionales, puedes recurrir a un servicio de factoring con recurso gracias a la solvencia de tus clientes. De esta forma, puedes pagar menos comisiones y equilibrar los ingresos variables con los gastos fijos, asegurando la continuidad y el crecimiento de tu negocio.
Más información sobre FinomFactoring y confirming: Diferencias esenciales
Dentro de la lista de herramientas financieras que puedes usar en tu empresa, destacan el factoring y confirming, que responden a lógicas opuestas. Esto se debe a que el confirming se basa en el pago de deudas a proveedores a través de una entidad financiera como intermediario.
El servicio se utiliza para centralizar y automatizar el proceso de pago a múltiples proveedores, lo que reduce la carga administrativa de tu empresa y ayuda a conseguir mejores relaciones en el mercado. Según las condiciones que establezca la institución, puedes pagar la deuda con el mismo plazo de vencimiento o con plazos más largos de ser necesario.
Este producto se suele confundir frecuentemente con el leasing. Mientras que el leasing es un arrendamiento financiero para adquirir bienes o equipos, el factoring se enfoca exclusivamente en convertir facturas pendientes en liquidez inmediata.
Cómo implementar factoring en tu empresa con estrategia
El uso del factoring con o sin recurso en tu empresa no debe limitarse a casos aislados o de emergencia, sino que puedes implementarlo como una estrategia que potencie tus políticas financieras a corto y largo plazo. Para lograr esto, puedes aplicar lo siguiente:
- Debes definir tus objetivos claramente, ya sea que quieras mayor liquidez, reducir riesgos de impago o eliminar la gestión de cobros.
- Evalúa qué clientes son aptos para este tipo de servicio considerando las restricciones de las entidades financieras.
- Escoge la modalidad que mejor se adapte a tus recursos y necesidades. Recuerda la gestión de riesgos que quieres tener en tu negocio.
- Investiga las ofertas de diferentes factores de tal forma que puedas comparar el cobro de comisiones, flexibilidad, intereses, etc.
Preguntas frecuentes
¿Para qué empresas no es recomendable el factoring?
El factoring no suele aplicarse en casos de empresas con bajo volumen de facturación o aquellas que tienen muchas disputas comerciales y un historial amplio de incumplimiento de pagos.
¿Es posible rescindir un contrato de factoring?
Sí es posible rescindir un contrato de este tipo de servicio, pero para ello se tienen que cumplir las condiciones estipuladas en el propio contrato. Esto puede incluir el pago de algunas penalizaciones.
¿Se puede utilizar el factoring con productos perecederos?
En caso de trabajar con productos perecederos, es posible que el factor evalúe diferentes variables de riesgo antes de aceptar el servicio. Esto se aplica, sobre todo, cuando existe la posibilidad de que los productos sean devueltos.
¿A partir de qué volumen de facturación es rentable el factoring?
No existe una cifra exacta donde se establezca la rentabilidad del uso de este servicio, ya que todo dependerá del sector al que pertenezcas. Se pueden considerar aceptables volúmenes de facturación anuales superiores a 100 000 €.
¿Cómo figura el factoring en la CIRBE?
La CIRBE (Central de Información de Riesgo del Banco de España) proporciona datos al factor para determinar si un cliente tiene o no un buen historial de pago. De esta forma, la entidad financiera determina el nivel de riesgo que está dispuesta a correr.
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