El autónomo en España es un estatus laboral que está adquiriendo cada vez más popularidad. Este artículo resultará útil para aquellos que están considerando trabajar por cuenta propia, pero tienen dudas.

Contenido

¿Qué significa ser trabajador autónomo?

Los trabajadores autónomos en España son personas físicas que no están empleadas por otra persona y llevan a cabo una actividad económica con el objetivo de obtener beneficios. No deben confundirse con los empresarios individuales.

Vamos a examinar las características distintivas del trabajador autónomo:

  • Registro obligatorio en las autoridades locales: las personas autónomas deben registrarse en la Seguridad Social y en la Agencia Tributaria. También es obligatorio registrarse en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Esto es necesario para el correcto pago de impuestos posteriormente;
  • Ausencia de contrato laboral: el trabajador autónomo trabaja por cuenta propia, realizando actividades de manera habitual, personal y directa. Por lo general, no tiene un único empleo fijo, sino que colabora con varios clientes;
  • Responsabilidad ilimitada: las personas autónomas asumen la plena responsabilidad financiera y legal por sus actividades. En caso de deudas, sus bienes personales pueden ser utilizados para cubrir las obligaciones;
  • Seguridad social y pensión: los autónomos deben pagar una cuota mensual. Si pagan una cantidad adicional, pueden tener derecho a atención médica y beneficios por incapacidad temporal. El monto de estas contribuciones puede variar dependiendo de los ingresos y la base de cotización elegida.

Ventajas de ser autónomo

Sin duda, trabajar como autónomo en España ofrece una gran cantidad de ventajas que atraen a emprendedores y profesionales de diversos sectores. A continuación, se enumeran las más importantes:

  • Total flexibilidad: el autónomo puede gestionar libremente su tiempo y proyectos. Este estatus permite una mejor combinación de actividades con la vida personal, dedicar tiempo a la familia o hobbies;
  • Independencia en la toma de decisiones: los autónomos determinan por sí mismos la dirección de su actividad, eligen a sus clientes y los proyectos en los que quieren trabajar. Esto significa que tienen total libertad para rechazar a un cliente que no cumpla con sus requisitos;
  • Beneficios fiscales: los autónomos pueden beneficiarse de diversas ventajas fiscales y deducciones que ayudan a reducir la carga tributaria. Esto incluye, por ejemplo, la Ley de Emprendedores, la reducción por inicio de actividad, la tarifa plana para nuevos autónomos y otros;
  • Posibilidad de trabajar a distancia: muchos autónomos pueden trabajar de forma remota. Esto elimina la necesidad de ir a una oficina, así como el gasto en transporte hasta el trabajo;
  • Control directo de ingresos: a diferencia del empleo estándar con un salario fijo, el ingreso de un autónomo depende directamente de sus esfuerzos. Esto permite equilibrar entre el descanso y el trabajo. Si este mes necesitas más dinero, puedes tomar más proyectos. Y viceversa;
  • Personalización de servicios: los autónomos pueden concentrarse más profundamente en satisfacer las necesidades individuales de los clientes, ofreciendo servicios y soluciones personalizadas. Esto los distingue ventajosamente de las empresas que simplemente no pueden "extenderse" a cada cliente.

De esta manera, al adquirir el estatus de autónomo, una persona obtiene una serie de ventajas. Son especialmente relevantes para aquellos a quienes les resulta difícil trabajar dentro de un horario establecido en un mismo lugar.

Responsabilidades legales de un autónomo

Los autónomos en España, al igual que en muchos otros países, deben cumplir con una serie de requisitos legales para que su actividad sea considerada completamente legal. Estas obligaciones cubren diversos aspectos, desde la tributación hasta el seguro social, así como el cumplimiento de normas y regulaciones específicas de la industria.

Darse de alta como autónomo

Inicialmente, es necesario informar al gobierno sobre su estatus de autónomo. El autónomo debe registrarse en la Agencia Tributaria y en la Seguridad Social. El alta como autónomo es necesario para elegir el sistema tributario adecuado.

La falta de cumplimiento de este requisito puede llevar a consecuencias serias, incluyendo la imposición de multas y recargos, el pago de impuestos adicionales, la falta de seguro social y problemas legales. En casos graves, puede resultar en persecución penal.

Pago de impuestos

Los autónomos están obligados a pagar el IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) y el IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido), si es aplicable a su actividad. Así, el IRPF se paga mediante pagos fraccionados basados en el ingreso (pagos a través de los modelos 130 131) y la presentación de la declaración anual de impuestos.

Si la actividad está sujeta al IVA, es necesario presentar declaraciones trimestrales de IVA. Las tasas varían según el producto vendido, y las tarifas actuales se pueden consultar aquí.

Contribuciones al sistema de seguridad social

Los autónomos deben hacer contribuciones al sistema de seguridad social. Estas cubren la jubilación, el subsidio por incapacidad temporal y otros tipos de protección social. La cantidad de estas contribuciones depende de la base de cotización elegida. Recuerda que cuanto mayor sea la contribución, mayor será el beneficio al que se puede acceder.

En esta página, puede familiarizarse con los montos de las contribuciones para los años 2023-2025. Las personas que son miembros de una institución religiosa perteneciente a la iglesia católica no tienen que hacer contribuciones de ingresos.

Cumplimiento de estándares

Dependiendo del campo de actividad, pueden existir requisitos específicos, como la obtención de licencias, certificados o el cumplimiento de normas y regulaciones industriales. Por ejemplo, para trabajar en el campo de los servicios médicos o la educación, se requiere la confirmación de calificaciones.

Además, aquellos que se dedican al comercio o la producción de alimentos deben seguir estándares sanitarios y de higiene. Aparte de eso, los autónomos que trabajan con datos personales de clientes o empleados deben cumplir con las leyes de protección de datos, como el RGPD.

Gestión contable

Los autónomos deben llevar un registro de sus ingresos y gastos, así como conservar todos los documentos financieros relevantes (facturas, extractos bancarios, etc.) durante el período establecido por la ley (generalmente 4 años). Esto es necesario para que en cualquier momento la agencia tributaria pueda verificar la actividad de la empresa.

No es obligatorio, pero es muy recomendable contratar a un especialista financiero al menos al principio. Esto ayudará a comprender los aspectos básicos de la contabilidad y también a indicar dónde se puede ahorrar.

Cómo hacerse autónomo: registro

Para darse de alta, es necesario seguir una serie de pasos. A continuación, se presentan dichos pasos, junto con una lista de documentos que podrían ser necesarios para el registro.

Paso 1: Preparación del DNI o NIE

Si eres ciudadano español, prepara tu Documento Nacional de Identidad (DNI) como identificación oficial. Los extranjeros también pueden convertirse en autónomos en España. Para ello, es necesario obtener el Número de Identidad de Extranjero (NIE), imprescindible para cualquier actividad económica en España.

Paso 2: Registro en la Agencia Tributaria

El siguiente paso es presentar el formulario 036 o su versión simplificada, el 037, en la Agencia Tributaria. Estos formularios se utilizan para registrarse como contribuyente e incluir la actividad en el registro económico. Durante el proceso de presentación, es necesario elegir el régimen de tributación, como módulos o estimación directa, lo cual puede ayudar a reducir la carga tributaria.

Paso 3: Registro en la Seguridad Social

Es necesario registrarse en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), el régimen especial para autónomos, en el sistema de seguridad social, utilizando el formulario TA.0521. Durante el registro, se te pedirá que elijas tu base de cotización, la cual determinará el monto de tus contribuciones mensuales al sistema de seguridad social.

Paso 4: Obtención de licencias (opcional)

Si planeas realizar una actividad que requiere una licencia, asegúrate de obtenerla. De lo contrario, tu actividad será ilegal.

Una vez completados estos pasos, estarás oficialmente registrado como autónomo en España y podrás comenzar tu actividad.

Documentos necesarios para el registro

Así que, vamos a señalar qué documentos necesitarás:

  • DNI (para ciudadanos españoles) o NIE (para extranjeros)
  • Formularios 036 o 037 completados para la Agencia Tributaria
  • Formulario TA.0521 completado para el registro en RETA
  • Prueba de dirección (generalmente una factura de servicios públicos a tu nombre)
  • Documentos que acrediten tu cualificación profesional (opcional)

Diferencia entre ser autónomo y tener una empresa

Algunos confunden ser autónomo con ser dueño de una empresa, sin embargo, existen diferencias significativas entre ambos. Estas diferencias afectan la forma jurídica, la tributación, la responsabilidad y la gestión. Vamos a examinarlas.

Responsabilidad y estatus jurídico

En primer lugar, un autónomo actúa como una persona física que lleva a cabo su actividad en su propio nombre. Las personas autónomas asumen la responsabilidad personal por sus deudas. En caso de problemas financieros, su patrimonio personal puede ser utilizado para cubrir las deudas.

Poseer una empresa a menudo implica la creación de una entidad jurídica separada. Esta tiene sus propios derechos y obligaciones, separados de los derechos y obligaciones personales de sus propietarios. Los dueños o accionistas tienen una responsabilidad limitada, restringida a su aportación al capital de la empresa. Esto significa que su patrimonio personal está protegido de las deudas de la empresa.

Tributación

Las personas autónomas pagan el IRPF sobre sus ingresos, utilizando el sistema de estimación directa o módulos. Además, están obligados a pagar el IVA si su actividad está sujeta a este impuesto.

Las empresas pagan el Impuesto de sociedades sobre sus beneficios a una tasa fija, que no depende del volumen de beneficio. También están obligadas a pagar el IVA y a realizar pagos fraccionados del impuesto de sociedades.

Seguridad social

Las personas autónomas deben hacer contribuciones mensuales al RETA, cuyo importe depende de la base de cotización elegida. Las empresas también están obligadas a hacer contribuciones por sus empleados, incluidas las contribuciones a la seguridad social y las prestaciones. Los autónomos son responsables por sí mismos. Si no realizan el pago, no podrán reclamar los beneficios básicos.

Toma de decisiones

El autónomo determina por sí mismo la estrategia de desarrollo de su negocio. Elige los proyectos en los que quiere trabajar, establece precios para sus servicios o productos. Esta flexibilidad permite adaptarse rápidamente a los cambios del mercado y a las preferencias personales.

La toma de decisiones en una empresa a menudo requiere coordinación entre diferentes partes interesadas, incluidos accionistas, directores y gestión. Esto puede hacer que el proceso de toma de decisiones sea más lento y menos flexible en comparación con un empresario individual. Además, las empresas pueden enfrentar restricciones adicionales.

Gestión y requisitos administrativos

El proceso de gestión y los requisitos administrativos son relativamente simples para un autónomo. Es necesario registrarse en la agencia tributaria y en el sistema de seguridad social, llevar un registro de ingresos y gastos, y presentar declaraciones de impuestos.

Una empresa requiere una gestión más compleja y cumplimiento de requisitos regulatorios. Esto incluye el registro de la empresa en el registro mercantil, mantener la contabilidad oficial, presentar anualmente los estados financieros y el impuesto de sociedades. También están obligados a celebrar reuniones regulares de accionistas y cumplir con las normas de divulgación de información.

Por lo tanto, la elección entre estas dos formas depende de las preferencias individuales del empresario, la escala del emprendimiento, la disposición para asumir responsabilidades de gestión y administrativas.

Impuestos para autónomos

Así que, hemos descubierto que los autónomos están sujetos al pago de varios tipos de impuestos. Estos son el IRPF, el IVA y algunos otros. Aquí explicamos cómo funcionan y cómo se calculan.

IRPF

Este es un impuesto sobre la renta que se calcula sobre la base del ingreso neto del autónomo después de deducir los gastos relacionados con su actividad. Es importante llevar un registro preciso de todos los ingresos y gastos profesionales para calcular correctamente la base imponible.

Los autónomos deben realizar pagos a cuenta del IRPF cuatro veces al año (a través de los modelos 130 131), que luego se acreditarán al presentar la declaración anual de impuestos.

Cómo se calcula: las tasas del IRPF son progresivas y aumentan en función del nivel de ingresos. Generalmente comienzan en el 19 % para los ingresos más bajos y pueden alcanzar hasta el 47 % y más para ingresos muy altos.

IVA

Este es un impuesto que se aplica a la venta de bienes y servicios. Los autónomos deben cobrar el IVA en sus facturas y transferirlo a la agencia tributaria, deduciendo el IVA que ellos mismos han pagado en las facturas de sus proveedores.

Los autónomos deben presentar declaraciones de IVA generalmente cada trimestre, utilizando el formulario 303, así como presentar un resumen anual utilizando el formulario 390.

Cómo se calcula: la tasa estándar de IVA en España es del 21 %, pero se aplican tasas reducidas del 10 % y del 4 % para algunos bienes y servicios. La diferencia entre el monto de IVA cobrado a los clientes y el monto de IVA pagado a los proveedores representa la cantidad que el autónomo debe transferir a la agencia tributaria.

Otras obligaciones fiscales

Aunque la mayoría de los autónomos están exentos del pago del Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), algunas actividades profesionales y empresas con un alto volumen de negocios pueden estar sujetas a él. El IAE es un impuesto sobre la actividad profesional calculado en función del tipo de actividad y la ubicación.

Gastos deducibles para autónomos

Los autónomos pueden reducir su ingreso imponible deduciendo ciertos gastos profesionales de sus ingresos. Estos gastos deben estar directamente relacionados con la actividad económica que realizan y deben estar debidamente documentados con facturas y recibos correspondientes.

Según la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, IRPF, aquí está la lista detallada de las deducciones más comunes para autónomos en España:

  • Gastos en materiales y bienes para la reventa: este tipo de gastos cubre la compra de materias primas o bienes que se utilizarán en el proceso de producción o destinados a la reventa posterior. Para las empresas manufactureras, esto podría ser componentes o materiales necesarios para crear su producto. Para las empresas comerciales, sería el costo de los bienes comprados para su reventa posterior;
  • Gastos de personal: incluye todos los pagos relacionados con la contratación y el mantenimiento de empleados, incluidos salarios, bonificaciones, contribuciones sociales y pensiones. Generalmente representan una parte significativa de los gastos totales de la empresa;
  • Alquiler y gastos de mantenimiento: incluyen pagos regulares por alquiler de locales comerciales y gastos operativos, como el pago de servicios públicos, comunicaciones telefónicas e internet. Estos gastos pueden variar según la ubicación, el tamaño del local y las condiciones del contrato de alquiler;
  • Servicios profesionales: pago por servicios de contadores, abogados, consultores y otros profesionales que contratas para apoyar tu negocio;
  • Transporte y viajes: gastos en transporte personal y de negocios, incluyendo gasolina, seguro, mantenimiento, así como gastos en viajes de negocios, incluyendo alojamiento y alimentación;
  • Publicidad y marketing: gastos en publicidad y promoción de tu negocio, incluyendo publicidad en línea, materiales impresos, participación en ferias y campañas de marketing;
  • Gastos de oficina y suministros: artículos de papelería, equipo informático y software, así como otros artículos necesarios para el funcionamiento de tu oficina;
  • Educación y formación: coste de cursos, seminarios y otras formas de formación dirigidas a mejorar tus habilidades profesionales o expandir tu negocio;
  • Seguro: seguro relacionado con tu actividad profesional, incluyendo seguro de responsabilidad y seguro de propiedad;
  • Amortización de activos: reflejo de la pérdida gradual de valor de los activos fijos, como ordenadores, muebles y vehículos utilizados en el marco de tu negocio.

Para minimizar los gastos operativos, no olvides documentar detalladamente tus gastos. Puede ser útil tener una cuenta bancaria separada o incluso registrarlos en una aplicación dedicada.

Seguridad Social para autónomos

El sistema de seguridad social para autónomos está regulado por el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Establece las obligaciones de contribución al sistema de Seguridad Social, otorgando el derecho a diferentes tipos de garantías y servicios sociales.

Los autónomos están obligados a realizar contribuciones mensuales al sistema de Seguridad Social. El monto de estas contribuciones depende de la base de cotización elegida. Los autónomos pueden seleccionar su base de cotización dentro de un rango desde el mínimo hasta el máximo establecido. La elección afecta la cantidad de contribuciones mensuales y el monto de los futuros beneficios (por ejemplo, subsidios por incapacidad temporal, pensiones).

Las contribuciones a RETA brindan derecho a atención médica, subsidios por maternidad y paternidad, por incapacidad temporal, pensiones de jubilación e invalidez, así como subsidios en caso de fallecimiento. Hay esquemas adicionales para aumentar la cobertura (por ejemplo, subsidios por desempleo para autónomos), que requieren el pago de contribuciones adicionales.

Los nuevos autónomos pueden beneficiarse de tarifas reducidas de contribuciones durante los primeros 12 meses de actividad, así como de otras ventajas que pueden extenderse hasta 24 meses o más, dependiendo de las condiciones específicas. Las personas con una discapacidad igual o superior al 33 por ciento, las víctimas de violencia de género o las víctimas del terrorismo pueden solicitar una prestación durante 24 meses. 

Derechos laborales de los autónomos

Los autónomos en España tienen una serie de derechos entre los que se incluyen:

  • El derecho al trabajo y a la libre elección de profesión u oficio.
  • La libertad de iniciativa económica y el derecho a la libre competencia.
  • El derecho de propiedad intelectual sobre sus obras o prestaciones protegidas.

También tienen derecho a la igualdad ante la ley y a no ser objeto de discriminación, directa o indirecta. Asimismo, tienen derecho a la integridad física y a una protección adecuada de su seguridad y salud en el trabajo. En general, tienen los mismos derechos que los trabajadores por cuenta ajena.

La regulación de la actividad de los autónomos económicamente dependientes (TRADE) en España se lleva a cabo según el Estatuto del Trabajador Autónomo, aprobado en 2007. Esta ley define las características de las relaciones laborales, derechos y obligaciones de los TRADE, incluyendo la protección social y medidas para prevenir riesgos. También introduce el concepto de dependencia económica de un cliente si más del 75 % de los ingresos del autónomo provienen de una única fuente.

En España, existe una serie de medidas de apoyo e incentivos para los trabajadores autónomos, incluidas las tarifas reducidas de contribuciones para nuevos empresarios, bonificaciones para mejorar el equilibrio entre el trabajo y la vida familiar, así como programas de apoyo especiales para aquellos que regresan al trabajo después de un descanso relacionado con la paternidad. Estas medidas están diseñadas para estimular el emprendimiento y proporcionar condiciones más flexibles para manejar el tiempo de trabajo y personal.

Ayudas y subvenciones para autónomos

Los autónomos tienen acceso a una serie de programas de ayuda y subvenciones gubernamentales destinados a apoyar y fomentar el desarrollo del emprendimiento individual y la autoempleabilidad. Estos programas abarcan diversos aspectos, desde la simplificación del proceso de iniciar un negocio hasta el apoyo financiero en tiempos difíciles. Aquí hay algunos de los principales tipos de apoyo disponibles para los autónomos en España:

  • Tarifa plana para nuevos autónomos: esta es una de las medidas de apoyo más populares, que permite a los nuevos empresarios pagar una tarifa reducida de contribuciones al sistema de Seguridad Social durante los primeros meses de actividad. Actualmente, es de 80 euros y la medida dura 12 meses. 
  • Subvenciones y ayudas para abrir un negocio: diversos organismos regionales y municipales ofrecen programas de apoyo financiero para estimular la creación de nuevos empleos y el desarrollo empresarial. Estos programas pueden incluir subvenciones para cubrir los gastos iniciales, alquiler de locales de oficina o compra de equipo necesario.
  • Programas de formación y asesoramiento: además del apoyo financiero, muchas organizaciones ofrecen programas de formación y servicios de asesoramiento para autónomos. Estos programas pueden incluir desde cursos de gestión empresarial hasta asesoramiento sobre impuestos y marketing. Por ejemplo, el programa "EmprendeRioja", que ofrece cursos y seminarios gratuitos para autónomos.
  • Apoyo en tiempos difíciles: para los autónomos que enfrentan dificultades económicas, como enfermedad o disminución de ingresos, existen programas especiales de ayuda. Esto puede incluir subsidios temporales o aplazamiento de pagos de contribuciones sociales. Cese de actividad para autónomos prevé el pago de subsidios en caso de cese forzoso de actividad debido a dificultades económicas, enfermedad o disminución de ingresos.
  • Incentivos para categorías específicas de empresarios: en España también hay programas de apoyo para mujeres empresarias, jóvenes empresarios y empresarios de regiones desfavorecidas o poco pobladas. Estos programas pueden ofrecer beneficios adicionales o condiciones más favorables. Para los jóvenes empresarios, existe el programa "ENISA Jóvenes Emprendedores", que ofrece microcréditos en condiciones favorables para estimular la creación de nuevas empresas por personas menores de 35 años.

Para aprovechar estos y otros tipos de apoyo, los autónomos deben cumplir con ciertos criterios y condiciones establecidos para cada programa. Es importante investigar cuidadosamente las opciones disponibles y consultar a especialistas o a las autoridades gubernamentales correspondientes para utilizar de manera más efectiva las oportunidades ofrecidas.

Conclusiones

Así, ser autónomo ofrece una serie de aspectos beneficiosos importantes. Los autónomos actúan como personas físicas y asumen toda la responsabilidad personal por sus deudas y obligaciones, mientras que una empresa se considera una entidad jurídica separada que protege el patrimonio personal de los propietarios de las deudas de la empresa. Esto afecta a muchos aspectos de la actividad, incluyendo la tributación, la gestión y los requisitos administrativos.

Los autónomos están sujetos al impuesto sobre la renta de las personas físicas y deben hacer contribuciones al sistema de seguridad social, mientras que las empresas están sujetas a la tributación corporativa y enfrentan requisitos más complejos de contabilidad y presentación de informes. Sin embargo, para los autónomos es más fácil gestionar su negocio y tomar decisiones, mientras que las empresas deben seguir estrictos procedimientos corporativos. En general, la elección entre el estatus de autónomo y la creación de una empresa depende de los objetivos individuales del empresario, el tamaño de la empresa y la disposición para manejar diferentes niveles de riesgo y carga administrativa.

Preguntas más frecuentes

¿Cuál es la diferencia entre un autónomo y un trabajador por cuenta ajena?

El autónomo trabaja por su cuenta. No depende de un empleador específico y, en general, puede elegir los proyectos, el horario de trabajo y el lugar de trabajo. Su salario depende completamente de su trabajo. Él mismo es responsable de pagar los impuestos, su seguridad social y su pensión.

El trabajador asalariado está empleado en una empresa u organización, recibe un salario estable, así como una serie de garantías sociales y beneficios. Sin embargo, carece de la flexibilidad de un autónomo.

¿Cómo afecta la maternidad o paternidad a un autónomo?

El sistema de seguridad social proporciona apoyo a los autónomos en caso de maternidad o paternidad. Tienen derecho a recibir un subsidio por maternidad/paternidad que equivale al 100 % de su base reguladora de contribuciones. Este subsidio se paga durante 16 semanas, que pueden distribuirse antes y después del nacimiento/adopción.

Para recibir el subsidio por maternidad o paternidad, el autónomo debe estar registrado en el seguro social correspondiente y haber contribuido al menos 180 días en los últimos 7 años o 360 días durante toda su vida laboral.

¿Cómo afecta ser autónomo a la pensión de jubilación?

Los autónomos son directamente responsables del monto de su pensión. Depende directamente de sus contribuciones mensuales. En algunos casos, la pensión puede ser menor que la de los empleados asalariados. Por lo tanto, es importante cuidar de sus contribuciones desde temprano, incluso considerar fondos de pensiones privados para planificar una vejez segura.

¿Cómo se pueden combinar diferentes actividades como autónomo?

Para combinar varios tipos de actividades, basta con planificar de forma independiente el horario de trabajo. La ley no prohíbe realizar varias actividades económicas simultáneamente. Puede ser necesario llevar una contabilidad separada de ingresos y gastos para cada tipo de actividad para calcular correctamente los impuestos. Combinar diferentes tipos de actividades puede ofrecer beneficios significativos y satisfacción.

¿Cuál es el proceso para darse de baja como autónomo?

El proceso para darse de baja como autónomo en España incluye varios pasos clave. Estos incluyen:

  1. Notificación a la Seguridad Social: primero, debes notificar a la Tesorería General de la Seguridad Social - TGSS su intención de renunciar al estatus de autónomo;
  2. Notificación a la Agencia Tributaria: completa el formulario 036/037, indicando la fecha de cese de actividad;
  3. Asegúrate de no tener obligaciones pendientes: verifica que todos los impuestos estén pagados. Asegúrate de que no haya asuntos pendientes que requieran tu atención.

Para que todo transcurra sin problemas, también es importante consultar a un abogado, que ayudará a realizar todo de la manera más correcta.

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