¿Quieres entender la importancia del pasivo corriente para tu empresa? Estas obligaciones a corto plazo pueden tener un gran impacto en la salud financiera de tu negocio, por lo que diseñamos una guía completa para ti sobre el tema. ¡Comencemos!
¿Qué es el pasivo corriente de una empresa?
Aunque no lo creas, entender qué es el pasivo corriente, es bastante simple. El concepto se refiere a todas aquellas obligaciones que un negocio debe pagar o liquidar a corto plazo, es decir, en un año o menos.
Dicho de otra forma, son las deudas y obligaciones más próximas a pagar a terceros, tales como: proveedores, préstamos, pago al personal e impuestos, entre otros. Todo esto se resume en el balance de situación de la empresa y se relaciona directamente con los activos corrientes.
Importancia del pasivo corriente en tu empresa
Comprender y gestionar los pasivos corrientes de tu empresa es fundamental para mantener su salud financiera. ¿Por qué? Estas deudas, si se acumulan, pueden afectar a la liquidez del negocio y generar un problema de insolvencia.
En esta situación, tu empresa puede dejar de ser rentable, caer en riesgo de quiebra, perder sus recursos financieros o el interés de posibles inversores.
Una gestión adecuada de factores financieros como el pasivo corriente, el activo no corriente o el patrimonio neto puede ayudar a que un negocio crezca y mejore su rendimiento a corto y largo plazo.
Finom ha desarrollado una plataforma digital especial que facilita la gestión de las finanzas.
Tipos de pasivo corriente
Como ya mencionamos, los pasivos corrientes engloban una gran variedad de obligaciones o deudas que la empresa puede contraer. Aquí te presentamos cuáles son las cuentas a considerar:
- Deudas financieras a corto plazo: son aquellas obligaciones contraídas con bancos o entidades de crédito, siempre y cuando los pagos acordados de la deuda y sus intereses se tengan que realizar en menos de un año.
- Proveedores y acreedores comerciales: pasamos a considerar los pagos pendientes a otras empresas que te proveen de servicios o materiales según tu actividad económica. También se toman en cuenta los pagos a prestamistas particulares.
- Deudas con el personal: en este caso, se habla de los pagos de la nómina, por horas extras, aportaciones a la Seguridad Social, pago de vacaciones, etc.
- Obligaciones fiscales: no se debe olvidar el pago de impuestos, los cuales varían dependiendo de tu actividad económica y según si trabajas como autónomo, en una PYME o en una sociedad.
- Deudas por operaciones específicas: aquí se incluye el pago de transacciones generadas por situaciones únicas y que no se repiten constantemente.
- Otras obligaciones a corto plazo: finalmente, consideramos pagos de dividendos, deudas con socios, anticipos a clientes, garantías bancarias y provisiones a corto plazo.
Cómo calcular el pasivo corriente
Hacer el cálculo del pasivo corriente es sumamente simple. El primer paso es recopilar toda la información pertinente a las cuentas por pagar. Este proceso se tiene que hacer con cuidado para no olvidar ninguna deuda que luego afecte al estudio de la liquidez del negocio.
La fórmula que puedes usar para calcular el pasivo corriente es:
Pasivo corriente = Deudas de rotación negociable + Deudas de rotación no negociable
El primer término de la ecuación se refiere a la sumatoria de las obligaciones cuyas cuotas se pueden cambiar según los acuerdos que logres con la otra parte. Allí se incluyen los pagos a acreedores, proveedores, deudas a corto plazo por operaciones específicas, etc.
A todo esto se suman las obligaciones que no se pueden modificar durante el año y deben ser pagadas en un plazo fijo, tales como el pago de impuestos, los salarios a los trabajadores y las cargas fiscales, entre otras.
Ejemplo de pasivo corriente
Para entender este concepto vale la pena mostrar un pequeño ejemplo de pasivo corriente. Imaginemos que tienes una empresa de diseño gráfico llamada “Creativa S.L.” con las siguientes obligaciones:
- Cuentas por pagar a proveedores de papel: 2000 €
- Nóminas por pagar: 3500 €
- IVA a ingresar: 1500 €
- Préstamo bancario a corto plazo: 5000 €
Si aplicamos la fórmula para calcular el pasivo corriente, tenemos lo siguiente:
Pasivo corriente = 2000 € + 3500 € + 1500 € + 5000 € = 12 000 €
Tu empresa tendrá deudas asociadas a corto plazo de 12 000 €. Por sí solo, este valor no nos dice mucho, a menos que se compare con el valor de los activos corrientes que tengas. A partir de dicha comparativa, puedes definir cuál será la liquidez del negocio.
Diferencias entre el pasivo corriente y no corriente
Ambos conceptos son muy similares, puesto que los dos se refieren a las obligaciones que debe liquidar una empresa. No obstante, el pasivo no corriente se relaciona con las deudas que se tienen que pagar con un plazo superior a un año. Algunos ejemplos de esto son los préstamos a largo plazo de bancos o la emisión de bonos a inversionistas.
Cabe destacar que una diferencia importante entre el pasivo corriente y el pasivo no corriente es que, aunque los dos se deben registrar en el balance de situación de tu empresa, los pasivos a largo plazo no afectan directamente a su liquidez como sí ocurre con los pasivos corrientes.
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Relación del pasivo corriente con la liquidez
La liquidez se puede definir como la capacidad que tiene una empresa de cumplir con sus obligaciones, específicamente con las generadas a corto plazo. En este sentido, al tener muchos pasivos corrientes, la liquidez se reduce y se presentan problemas de insolvencia. Todo esto puede hacer que tu negocio pierda visibilidad y reconocimiento ante inversores o acreedores comerciales.
Además, al tener baja liquidez, se genera una mayor presión en el flujo de caja de la empresa, que se traduce en problemas internos y operativos a corto plazo.
Estrategias para mejorar la gestión del pasivo corriente
Son muchas las estrategias que puedes aplicar a corto plazo para mejorar la gestión de tus deudas y aumentar la liquidez de tu empresa. Algunas de las más recomendadas son:
- Negociar los pagos con tus proveedores y solicitar un plazo superior de pago, de manera que se reduzca la presión del flujo de caja. También se pueden pedir descuentos por pronto pago o reducir el número de proveedores.
- Mejorar la gestión de tu inventario para reducir los niveles de stock y minimizar las pérdidas de productos por deterioro u obsolescencia. Todo esto ayuda a generar más capital para el pago de las obligaciones.
- Acelerar u optimizar el cobro de las cuentas por cobrar que tienes con tus clientes, es decir, mejorar la gestión de los activos corrientes para que no se te acumulen las obligaciones a corto plazo.
- Usar herramientas de gestión financiera que te permitan planificar tus operaciones a corto plazo, así como también te alerten de si existe un exceso de pasivos corrientes.
Errores comunes que debes evitar sobre el manejo del pasivo corriente
Es sumamente común ignorar la importancia que tienen los pasivos corrientes para la salud financiera de tu negocio. Cuando se descuidan las cuentas por pagar, o se acumulan las deudas que la empresa asume, puedes incurrir en faltas y penalizaciones por mora.
Esto también ocurre cuando dejas de usar herramientas de gestión financiera, no negocias con tus proveedores o no cuentas con un presupuesto en efectivo para hacer pagos de obligaciones inmediatas.
Preguntas frecuentes
¿Qué tipo de deudas forman parte del pasivo corriente?
El pasivo corriente incluye obligaciones tales como el pago de impuestos, los pagos de nóminas, salarios, vacaciones, etc., los pagos a proveedores y acreedores, los anticipos a clientes y las garantías bancarias, entre otros.
¿Cómo se clasifica el pasivo corriente en el balance general?
La clasificación de estas obligaciones es muy simple, ya que se tienen que incluir en la columna de pasivos, especificando el nombre de la cuenta para dejar claro que se trata de una deuda a corto plazo.
¿Cómo afecta el pasivo corriente al flujo de caja de una empresa?
Tener muchas deudas a corto plazo genera una presión constante en el flujo de caja de una empresa, puesto que se tienen que conseguir recursos rápidamente para no tener problemas de insolvencia.
¿Cómo influye el pasivo corriente en la toma de decisiones financieras?
Conocer a cuánto asciende el pasivo corriente te permite entender cuál es la posibilidad que tienes de obtener financiamiento, o de atraer a nuevos inversores. Dicha información también te permite planificar tus acciones ante situaciones imprevistas.
¿Qué indicadores financieros se utilizan para evaluar el pasivo corriente?
Algunos indicadores financieros que influyen o afectan al pasivo corriente y permiten su análisis son el ratio corriente, el ratio rápido, el fondo de maniobra y el ciclo de conversión de efectivo.
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