El producto mínimo viable o MVP (Minimum Viable Product por sus siglas en inglés) es un concepto que ha tomado una gran importancia en las estrategias de las nuevas empresas. Usado desde hace décadas, las nuevas tecnologías han permitido transformar la manera en la que este MVP ayuda a los negocios a entender y desarrollar mejor un producto desde su fase inicial.
MVP significado y definición
Para explicar lo que es el MVP debemos aclarar primero qué significan estas siglas, tomadas de su expresión anglosajona. En este caso, son las siglas de minimum viable product, que se pueden traducir como producto mínimo viable. En nuestro idioma, las siglas son PMV, pero el uso de MVP está mucho más extendido. Esta misma expresión es sencilla de recordar, al coincidir con las siglas de Most Value Player, el Jugador Más Valioso en cualquier competición deportiva. En ese caso también se utiliza MVP, aunque con un significado totalmente diferente.
Para definir qué es el producto mínimo viable hay que entender la necesidad por parte de cualquier empresa de probar una propuesta en el mercado de forma rápida y eficiente. Antes de realizar una inversión más grande en un producto, conviene probar muy bien las ideas de negocio. Y eso es justo lo que hace el MVP, un producto inicial desarrollado con el mínimo esfuerzo que sirve para recoger las valoraciones de la audiencia.
El objetivo es crear un producto con características limitadas, pero suficientes para comprobar si el planteamiento puede funcionar en el público. Se trata de validar esa idea y seguir desarrollándola una vez hayas corroborado que los usuarios conectan con ella.
Minimum viable product vs. prototipo: diferencias esenciales
En ocasiones se suele confundir ese producto inicial limitado con un prototipo, ya que la función de ambos es la misma: comprobar si el producto satisface a la audiencia. Sin embargo, las diferencias entre ambos conceptos son muy evidentes.
La característica principal del MVP es que se produce con los atributos mínimos para que pueda funcionar y obtener valoraciones positivas. Es una versión muy reducida de la idea de producto que vas a desarrollar. El prototipo, sin embargo, se centra mucho más en la parte técnica. Esto sirve para validar la idea a nivel de producción. No suele lanzarse al mercado y ayuda a entender mejor la usabilidad a nivel interno antes de cualquier decisión de venta.
El producto esencial supone una prueba de la validación de la propia propuesta, mientras que el prototipo ya se centra más en la usabilidad y la eficiencia de un producto terminado.
¿Para qué sirve un producto mínimo viable (MVP)?
Este concepto puede ser fundamental en un nuevo negocio, especialmente si se trata de pequeñas y medianas empresas. Y es que cuando se comienza a emprender, generalmente los recursos son limitados, por lo que sería una imprudencia desarrollar productos completos sin antes validarlos. Estas son las funciones principales de un MVP:
- Minimización de riesgos antes de un lanzamiento completo: Desarrollar un producto completo y lanzarlo al mercado sin probar es muy peligroso. Primero deberías comprobar cómo funciona la versión básica del producto con la audiencia. Hacer la prueba con el producto mínimo te ayudará a reducir riesgos.
- Aprendizaje y optimización: Los test que realices con este producto esencial ofrecerán un feedback magnífico de la audiencia. Esos datos servirán para seguir aprendiendo sobre tu público objetivo, sus necesidades y deseos. Con ello, podrás trabajar más eficazmente en la optimización.
- Ahorro de recursos y eficiencia en el desarrollo: Con recursos limitados al inicio del negocio, minimizar costes debe ser una prioridad. El MVP te permite comprobar cómo funciona tu idea de una forma básica antes de apostar todo el presupuesto en algo que no está probado. El desarrollo del producto será mucho más eficiente tras esos primeros test y las valoraciones que recibas.
- Lanzamiento rápido de una versión inicial: Si entras en un mercado con mucha competencia, hacerte ver desde el principio será imprescindible. En cualquier plan de empresa se busca un lanzamiento lo más rápido posible también para comprobar que la audiencia masiva conecta con el producto. Este producto inicial sirve como impulso para ir abriéndote camino en el mercado aunque sea con una versión inicial.
Características clave de un MVP exitoso
El desarrollo de un producto esencial para comprobar su viabilidad debe contar con ciertas características obligatorias. De esta manera, los datos y conclusiones que logres sacar de esas pruebas servirán para validar la idea de negocio y saber que estás trabajando en algo con futuro:
- Máximo valor con mínimas características: Se trata de buscar el equilibrio perfecto entre un producto valioso y que sea bien recibido con las mínimas características posibles. De esta manera, esta primera versión ya te ayudará a encapsular las funciones más importantes del producto, así como a validarlas.
- Implementación rápida y eficiente: No solo debes buscar el coste mínimo, sino también reducir al máximo el esfuerzo para crear el producto. Su desarrollo debe ser rápido, pero a la vez eficiente, siendo esta primera versión totalmente funcional con las características que incluye.
- Escalabilidad futura: Has de tener muy presente que este producto esencial es tan solo una primera versión. El desarrollo continuará una vez validada esa primera muestra. Debe ser fácilmente escalable, es decir, contar con que pueda producirse de forma masiva. Si se trata de un servicio, esto es especialmente importante, ya que la escalabilidad asegurará el futuro del negocio para llegar a audiencias más grandes.
- Fácil de usar y enfocado en la experiencia de usuario: La principal misión del producto mínimo viable es validar que la idea que has tenido funciona con el público real. Para ello, debes enfocarlo en conseguir la mejor experiencia posible para el usuario, y eso pasa, sobre todo, por dotarlo de una fácil usabilidad. A pesar de tener características limitadas, el producto debe ser funcional en lo que ofrece.
- Medición y recopilación de datos: Las pruebas realizadas con esta versión básica del producto servirán para medir la satisfacción de los clientes. Esta información será vital para ir mejorando y optimizando tu idea, acercándola más a las necesidades reales de los compradores. La medición y el análisis de esos datos te darán las claves para lograr un producto final mucho más cercano a lo que pide la audiencia.
- Feedback continuo del usuario: Las valoraciones de los clientes iniciales serán también importantísimas en el desarrollo de mejoras para el producto. Incluso cuando ya hayas lanzado un modelo final, la idea es seguir optimizando y mejorando nuestro producto para versiones posteriores. En este sentido, debes tener muy en cuenta los comentarios y quejas.
Tipos de producto mínimo viable
A la hora de desarrollar una versión limitada de tu producto para comprobar su potencial en el mercado, puedes optar, principalmente, por dos vías.
MVP de baja fidelidad: Cuando menos es más
Se trata de una versión muy básica del producto. Cuenta con las características esenciales para su valoración por parte de la audiencia. Se ahorran costes y permite un lanzamiento muy rápido para que la fase de desarrollo se reduzca lo máximo posible.
Al buscar la validación de una versión simplificada, este producto de baja fidelidad puede ser la mejor opción. Con las características básicas de usabilidad y funcionalidad, la empresa ya puede empezar a recibir feedback por parte de los usuarios. Esto ayudará a determinar las fortalezas y debilidades del producto en una etapa muy temprana.
Con recursos muy limitados y una funcionalidad básica, este tipo de artículos sirven para validar una idea. Al hacerlo, tienes la base sobre la que afinar el desarrollo de la propuesta en versiones posteriores.
MVP de alta fidelidad: Un producto con más funcionalidades
Todavía una versión simplificada, este tipo de producto ya cuenta con algunas funcionalidades extras. Normalmente, se realiza después de haber probado el de baja fidelidad y haber optimizado el producto antes de la versión final.
Al dar una experiencia más completa a los usuarios, estos productos de alta fidelidad ya se acercan mucho más a lo que será el producto definitivo. Tras destacar los puntos fuertes y mejorar los débiles, se desarrolla esta versión todavía con costes limitados para corroborar que has optado por el camino correcto. Además, el valor inicial para la audiencia es mayor, pues se trata de una versión algo más completa.
Esta nueva versión podría acercarse bastante ya al producto final que lanzarás si la retroalimentación que recibes por sus pruebas es positiva.
Cómo desarrollar un producto mínimo viable paso a paso
En la fase de validación de la idea de negocio, el desarrollo de un MVP se vuelve indispensable. Se debe seguir un proceso que contará con varios pasos. El objetivo es abaratar al máximo los costes y el esfuerzo de producción, así como reducir el tiempo de desarrollo.
Define un objetivo claro
El principal objetivo de esta versión preliminar y reducida de un producto es probar su viabilidad. Probar una versión limitada ayudará a reconocer la viabilidad de una idea o producto en el mercado una vez que ya se ha obtenido feedback por parte de la audiencia. A través de los comentarios de los usuarios, podremos obtener información muy relevante para dar prioridad a ese producto, mejorarlo y optimizarlo.
Conoce a tu audiencia y sus necesidades
Tu idea de negocio debe ir encaminada a un público concreto. Si conoces cuáles son sus necesidades, sus deseos, lo que buscan en un producto, tendrás mucho terreno ganado. Implementar soluciones a esas necesidades en tu producto mínimo viable te acercará a la satisfacción de usuario deseada incluso en una versión básica.
Determina las características esenciales
Ya hemos visto que esta versión básica del producto debe contar solo con las opciones esenciales para que sea útil y funcional. ¿Cómo determinar esas funciones? Dependerá también de si estás creando un producto de baja o alta fidelidad, pero, en principio, deberías ir a lo más básico. Esas características permiten al cliente usar un producto de forma limitada pero funcional. Luego puedes seguir perfilando y mejorando el resto de características.
Diseña una experiencia de usuario simple y efectiva
Al ser un producto tan básico, la experiencia de usuario debe simplificarse al máximo sin que llegue a ser negativa. De esta manera puedes concebir una experiencia siempre efectiva partiendo de una buena base que te permita mejorarla de cara al futuro. Al final, el usuario será quien determine la viabilidad de tu producto, por lo que es esencial que se sienta cómodo usándolo.
Aplica metodologías ágiles para el desarrollo
La fase de desarrollo de esta versión básica del producto no puede alargarse demasiado. De hecho, cuanto menos dure, mejor. Y para ello, es buena idea aplicar metodologías ya probadas que permitan tener esta primera versión lo antes posible. No hay que centrarse en crear el producto perfecto, ya que todavía se está en fase de prueba y desarrollo.
Recopila datos y retroalimentación constantemente
Una vez tengas listo tu producto básico, debes probarlo lo antes posible. Hay que determinar la audiencia tipo para recibir una retroalimentación mucho más afinada y útil. Recopilarás todos los datos a través de encuestas, informes y análisis en torno a las funciones y usabilidad de la propuesta. Mientras se vuelve al desarrollo y se depuran los fallos, sigues probando, recopilando y mejorando de forma constante.
Aprende y ajusta tu MVP en función de los resultados
Una vez hayas analizado los datos y comentarios de la audiencia, tendrás unas conclusiones que deberían servirte para mejorar el producto. Si el usuario muestra interés en una funcionalidad de forma evidente, apostarás por ella. Si hay alguna que no ha cuajado o que no ha sido tan efectiva, la mejorarás o la eliminarás de la ecuación. El desarrollo del producto consiste en seguir ajustando constantemente sus funciones para ofrecer una versión final óptima.
Lanza rápidamente, pero sigue repitiendo el proceso
Encontrar la primera versión final será todo un hito, pero no es, ni mucho menos, el fin del camino. Los productos, especialmente si hablamos de productos físicos, van evolucionando con el tiempo, al implementarse nuevas funciones y mejoras. Lanzaremos esa versión completa, pero seguiremos probando nuevas versiones y repetiremos una y otra vez todo este proceso.
Cómo medir el éxito de un minimum viable product
Al hablar de un MVP, hacemos referencia no solo a los productos físicos, sino también a servicios, como, por ejemplo, los de las plataformas digitales. Este tipo de productos presenta la ventaja de que se puede actualizar con facilidad y contar con numerosas versiones que arreglen fallos conforme van apareciendo.
Para medir el éxito de tu idea, debes tener en cuenta diferentes factores que te acercarán a la versión final de tu producto o servicio.
Análisis del tráfico y número de visitas
Si estás probando tu idea a través de una web o plataforma online, los primeros datos que debes medir son los del número de visitas. Hoy por hoy hay herramientas de CRM muy útiles que no solo miden, sino que analizan y segmentan el tráfico que llega a tu plataforma. Así, puedes obtener informes muy detallados, según tus necesidades, para conocer perfectamente a tu audiencia.
Interacciones y engagement en comparación con el alcance
Una cosa es recibir miles de visitas y otra muy distinta es lograr que esas visitas se conviertan en compras o, al menos, que interactúen con tu contenido más allá de unos pocos segundos. El alcance del tráfico determina al grueso del público que llega a la plataforma. El engagement es en realidad el factor determinante para comprobar qué parte de ese público se interesa realmente por tu servicio o producto. Como es obvio, debes buscar el mayor número de interacciones posible.
Respuesta del mercado a las llamadas a la acción
Vas a colocar distintas llamadas a la acción en tu plataforma para aumentar el ratio de clientes que interactúan con tu producto. La llamada a la acción no solo tiene que llevar a la compra, sino también a la suscripción a un newsletter o a convertirse en seguidores en redes sociales, entre otras posibilidades. Comprueba cómo el mercado está respondiendo a esas llamadas a la acción y ve perfilándolas para mejorar el ratio de interacción.
Conversión en landing pages y suscripciones
Las landing pages son páginas de venta a las que los usuarios llegan para conocer un producto y, en última instancia, probarlo. Puede ser tanto un producto físico como un servicio en forma de curso, suscripción o similares. La conversión de una landing page será crucial para validar la idea de tu producto mínimo viable, ya que mide la cantidad de usuarios que están dispuestos a comprarlo. Las suscripciones a redes o a newsletter también son vitales para percibir el interés que has logrado generar en el público.
Ingresos generados y ticket medio por cliente
Con el producto ya lanzado, comprobarás finalmente la facturación, los ingresos que has generado y el ticket medio por cliente. Estos datos servirán para crear el plan financiero de la empresa y reajustar precios si fuera necesario. Al final, la viabilidad de un negocio se basa precisamente en generar ingresos, por lo que estos datos van a ser los más importantes a la hora de medir el éxito de tu idea.
Ejemplos de producto mínimo viable en empresas exitosas
Las empresas más exitosas en el mundo online actual comenzaron también desarrollando una versión base que les sirvió como forma inicial de su idea de negocio. A través de ella, validaron su propuesta y pudieron seguir creciendo y mejorando sus servicios. Estos son algunos de los mejores ejemplos de producto mínimo viable en empresas muy exitosas hoy día.
Dropbox: Cómo un video validó su MVP
Actualmente, Dropbox es una de las más destacadas soluciones de almacenamiento en la nube. Cuando su creador Drew Houston tuvo la idea de negocio entendió que había que validarla lo antes posible. Buscaba una forma rápida y sencilla de tener acceso a documentos en Internet desde cualquier lugar. Tras hablarlo con amigos y familiares, entendió que su propuesta tenía potencial y lanzó un vídeo de poco más de cuatro minutos mostrando su proceso. Aquel vídeo fue todo un éxito, y Dropbox echó a rodar.
Twitter: Evolución de un prototipo sencillo a una red social global
Los fundadores de Twitter sabían que la inmediatez es una de las cualidades inherentes a nuestra sociedad actual. Por eso querían crear una plataforma en la que los usuarios pudieran compartir lo que estaban haciendo en apenas un breve mensaje. La primera versión de Twitter surgió con una limitación de los 140 caracteres que pretendía ser temporal, pero que ha permanecido hasta la actualidad como uno de sus sellos de identidad. Otras características de esa versión primigenia han ido evolucionando gracias a los comentarios y sugerencias de los propios usuarios.
Airbnb: De alquilar un colchón inflable a revolucionar el turismo
Hoy por hoy, buscar un alojamiento turístico para alquilar una habitación nos parece lo más normal del mundo. Sin embargo, a finales de los 2000 era impensable viajar sin quedarse en un hotel. Joe Gebbia y Brian Chesky, dos jóvenes que vivían en San Francisco, decidieron ceder un sitio en su salón para poner un colchón hinchable y acoger a algunos huéspedes. Los hoteles de la ciudad estaban colapsados y la gente buscaba desesperadamente un lugar donde dormir. Aquella primera experiencia salió tan bien que ambos decidieron convertirlo en un negocio. A día de hoy, Airbnb es una marca multimillonaria.
Instagram: Un MVP que apostó por la fotografía móvil
El 6 de octubre de 2010 se posteaba la primera foto en Instagram, con un adorable perro como protagonista. Kevin Systrom y Mike Kriege, estudiantes de Stanford, decidieron apostar por una red social más visual y centrada en la fotografía móvil. En aquella época, Facebook y Twitter ya estaban más que asentadas, pero Instagram trajo algo diferente y fresco. La primera versión de la plataforma era muy limitada, pero fue suficiente para atraer a millones de usuarios.
Glovo: Cómo comenzó la plataforma de delivery
¿Sabías que los primeros repartidores de Glovo iban a pie y entregaban pedidos básicos de supermercados y tiendas locales? La empresa de delivery surgida en 2019 en Barcelona ha crecido muchísimo desde entonces, convirtiéndose en un referente en su sector. La evolución se ha dado desde esa primera idea sencilla: pedir cualquier cosa en cualquier momento para recibirla un rato después.
Posibles errores al desarrollar un MVP y cómo evitarlos
Crear un buen producto mínimo viable puede servirte para validar una idea de negocio en la que puedas trabajar e invertir fuerte. Sin embargo, el proceso de creación de esta versión básica también está lleno de obstáculos y errores que hay que intentar evitar:
- Demasiadas funcionalidades: Has de tener siempre presente que esta primera versión debe ser muy básica, lo mínimo para que sea funcional. Incluir demasiadas características puede retrasar el desarrollo y ser perjudicial en estos primeros test.
- Falta de validación del mercado: Si no pruebas correctamente tu MVP, la idea no quedará validada por el mercado antes del lanzamiento final. Esta validación es crucial para saber que tu proyecto puede funcionar de verdad.
- No definir unos objetivos claros: Antes de desarrollar esta versión inicial debes saber cuáles son los objetivos de tu producto. ¿A qué público se dirige? ¿Qué soluciones ofrece? El objetivo de este producto básico es validar esa idea.
- Ignorar el feedback y la experiencia del usuario: Este producto inicial sirve para conseguir el mejor feedback posible por parte de aquellos que lo prueben. Esta información es enormemente valiosa para seguir mejorando y perfeccionando el producto. El feedback debe ser debidamente recogido y analizado para ser tenido en cuenta.
- Desarrollo demasiado lento: El MVP debe estar listo lo antes posible para lograr una validación real de tu idea de producto. Un desarrollo demasiado lento, buscando perfeccionar incluso esa versión básica, será contraproducente. La optimización debe llevarse a cabo más adelante, cuando recibas el feedback por parte de los usuarios que ya han probado el producto.
- No recopilar datos: La toma de decisiones en el proceso de desarrollo tiene que ir ligada al análisis de los datos recogidos. De esta manera, la recopilación de comentarios y datos en el proceso de test de esta versión básica se hace imprescindible. De lo contrario, ni siquiera sabrás si el producto es viable o si ha logrado colmar las expectativas y las necesidades de los usuarios.
Estrategias para promocionar un producto mínimo viable
La forma de validar un MVP siempre debe ser encaminarlo a la audiencia correcta para que pruebe el producto básico y te haga llegar sus comentarios. Como cualquier idea de negocio, debes probarla con público real, así que tienes que hacer llegar esa primera versión a la gente. Existen dos estrategias principales para promocionar tu primera versión.
Validación del MVP con una estrategia de email marketing
Si cuentas con una buena base de datos de correos electrónicos, el email marketing es la forma perfecta de hacer llegar tu producto a los clientes potenciales. Y es que gracias a las herramientas de CRM, actualmente puedes segmentar muy bien tu audiencia y conocer sus hábitos de compra.
Probar tu producto base con esos usuarios que ya te han dejado su correo electrónico, suscribiéndose en tu página de ventas, será muy útil. De esta manera, la validación comenzará ya con cierta segmentación. Así, y con el objetivo de cotejar qué funciona y qué no, puedes mandar incluso diferentes versiones del producto a tipos de audiencia concretos.
Uso de redes sociales y publicidad digital para atraer usuarios tempranos
La opción de utilizar la publicidad online y las redes sociales también resultará muy beneficiosa para validar tu idea de negocio. Este producto básico se puede presentar rápidamente ante una audiencia relativamente grande y, además, también segmentada. Las redes ya generan anuncios personalizados, basados en sus propios algoritmos, por lo que puedes dirigirte a un público muy concreto.
Conseguir clientes potenciales a través de este método resulta algo más caro, pero es cierto que también suele dar muy buenos resultados. La propuesta y el nombre de la propia marca ya empiezan a hacer ruido, y los usuarios van llegando para probar ese producto mínimo viable. Controlarás todos los datos recogidos a través del feedback, con lo que podrás realizar un informe real de la validación.
Optimización y evolución de un producto mínimo viable
Cada producto requerirá de unas herramientas distintas para su desarrollo. Sin embargo, si uno se centra en negocios online, existen diferentes soluciones que se han vuelto indispensables para desarrollar versiones básicas y rápidas de prácticamente cualquier idea:
- Figma: Se encarga del diseño web y de prototipos virtuales.
- Pipedrive: Te ayuda a crear un funnel de ventas para probar el producto.
- Canva: Es una herramienta muy útil y accesible para el diseño gráfico.
- Mailchimp: Indispensable para realizar campañas de email marketing.
Son solo algunas de las alternativas que puedes utilizar, pero son sencillas, fiables y rápidas, para lanzar tu versión básica lo antes posible.
¿Cómo calcular el costo de desarrollo de un MVP?
La intención con esta primera versión no solo es ahorrar tiempo, sino también recursos. Buscarás la forma más barata y sencilla de crear ese producto de prueba, aunque esto siempre conllevará un coste. Puedes calcularlo teniendo en cuenta el presupuesto necesario para diseñar y lanzar una web, contratar a los freelancers y crear el funnel. Aquí se incluye también la publicidad en redes sociales. Los costes suelen oscilar entre 3000 y 10 000 euros.
¿Cómo equilibrar la rapidez de lanzamiento con la calidad del MVP?
Si tienes una buena idea, deberías validarla cuanto antes. Pero sacar un producto base sin haber pensado muy bien en su desarrollo y haberlo dotado al menos de las características fundamentales servirá de poco. Por eso debes buscar un buen equilibrio y utilizar estrategias de gestión para acelerar el proceso sin perder calidad. Analiza la competencia, contrata a profesionales con experiencia en este tipo de desarrollos y pon una fecha límite para cumplir el plazo.
El papel del equipo de desarrollo en la creación de un MVP
Crear un producto básico por ti mismo puede ser algo demasiado complejo. No tienes tanta experiencia en todas las partes del proceso como para poder desarrollar correctamente tu idea. Por eso es mucho más eficaz conseguir un equipo que ya haya creado otros productos de este tipo. Siguiendo esta estrategia, la versión básica estará lista a tiempo y su calidad será excelente. Eso sí, debes incluir el pago a estos profesionales dentro del presupuesto inicial del proyecto.
¿Cómo medir la satisfacción del usuario en un MVP?
Existen diversas formas de conseguir el feedback de los usuarios que ya han probado tu producto, para medir su satisfacción. Las más eficientes son las encuestas, ya que puedes obtener respuestas bastante amplias por parte de los usuarios, guiadas además hacia los temas que te interesan. También es bueno permitir que los usuarios puedan dejar sus comentarios, quejas y sugerencias, así como puntuar la aplicación o servicio.
El análisis de las métricas que has obtenido también será tremendamente útil para segmentar y conocer mucho más acerca de tu público. Por último, puedes realizar pruebas A/B para cotejar dos versiones del producto con el mismo usuario. De esta forma, obtendrás un feedback mucho más detallado y útil.
¿Qué hacer si el MVP no tiene la acogida esperada?
Es importante entender que este producto mínimo viable es solo una primera versión de tu idea de negocio. No tiene que ser perfecto y, evidentemente, tal vez no llegue a conectar con la audiencia de la manera en la que te gustaría. Pero estás en una fase de pruebas y desarrollo, por lo que toda crítica debe servir para mejorar.
Si tu versión básica no consigue llamar la atención de los usuarios, o su funcionalidad no les entusiasma, debes seguir optimizando el producto. Tomarás ese feedback y te centrarás en aquello que puedas mejorar. ¿Qué ha fallado? ¿Es la propia idea, la forma en la que la has presentado, la manera en la que has conectado con los clientes? Teniendo todo esto en cuenta, seguirás con la iteración del proceso, perfilando y mejorando cada versión para acercarla más a lo que el cliente necesita.
¿Cómo evolucionar de un MVP a un producto final escalable?
Aunque la producción de esa versión básica debe ser rápida y eficaz, el objetivo final de la idea de negocio debe estar ya presente. Este será el objetivo que se debe perseguir a largo plazo, mejorando el producto con la iteración y con la optimización basándose en los comentarios y pruebas. Si tu producto es un servicio online, por ejemplo, para hacerlo escalable, puedes llevarlo a una audiencia más amplia o plantearte la posibilidad de atraer inversores.
Antes de nada hay que validar la idea de negocio, y una vez cumplido esto, puedes escalar. El desarrollo del producto final será más exhaustivo, pero no pierdas de vista la fórmula del producto mínimo viable como base de todo el proyecto.
FAQ
¿Cómo manejar la retroalimentación negativa en mi MVP?
Las críticas, incluyendo también las negativas, serán muy útiles a la hora de analizar la viabilidad de una idea de negocio. Y es que te dan la información necesaria para entender hacia dónde debes conducir el desarrollo del producto para acercarlo más a los clientes.
¿Cuánto tiempo debe permanecer un producto en fase de MVP?
La primera versión del producto, la más básica, debería aparecer en apenas unas semanas y no extenderse más de un mes. Eso sí, a través de ese primer lanzamiento aparecerán otras versiones posteriores para seguir probando y optimizando el producto.
¿Qué métricas son más relevantes en las primeras etapas de un MVP?
De todas las métricas que puedes obtener en este periodo, hay algunas que destacan: El costo de adquisición por cliente, el ticket promedio o el ratio visita-compra son muy relevantes para entender el éxito de tu idea de negocio.
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