El IVA deducible es muy utilizado por empresas, autónomos y profesionales en España. Justo por esto, decidimos crear una guía básica con todo lo que tienes que conocer de este tipo de IVA, cómo funciona, requisitos para aplicarlo, sus limitaciones y más. ¡Vamos a comenzar!
¿Qué es el IVA deducible?
El Impuesto al Valor Agregado o IVA es uno de los impuestos más importantes en España y el resto del mundo. Este grava todas las transacciones económicas que involucran la compra o venta de productos o servicios.
Entonces, se entiende el IVA deducible como un beneficio fiscal que le permite a empresas, autónomos y profesionales recuperar las cuotas de IVA pagadas por productos relacionados directamente con su actividad económica.
Todo esto se encuentra regulado por la Ley 37/1992, de 28 de diciembre, del Impuesto sobre el Valor Añadido. Allí se establecen los requisitos para hacer la deducción del IVA durante la declaración trimestral del impuesto, es decir, el modelo 303.
¿Qué es el IVA no deducible?
Fácilmente podemos ver que el IVA no deducible es aquel que está involucrado en la compra de productos o servicios que no se van a utilizar para la actividad que realiza la empresa. Este impuesto forma parte de la cuota que tienes que presentar ante la Agencia Tributaria.
Entender la diferencia entre el IVA deducible y el IVA no deducible es fundamental, ya que esto puede evitarte algunas sanciones en tu declaración en el futuro.
También se considera como IVA no deducible aquel que, aunque esté involucrado con la actividad empresarial, no cumpla con todos los requisitos que establece el Artículo 93 de la Ley 37/1992.
Importancia de la deducción del IVA
El principal objetivo del IVA deducible es lograr neutralizar la carga fiscal de las empresas y autónomos, es decir, que busca evitar que el cobro del impuesto afecte a la rentabilidad del negocio. También podemos destacar otros beneficios como:
- Evita la doble imposición del impuesto en la compra y venta de bienes y servicios;
- Ayuda a que el cobro del IVA no afecte los márgenes de beneficio de las empresas;
- Fomenta la adquisición de nuevas tecnologías para mejorar el servicio;
- Favorece el crecimiento empresarial y las inversiones;
- Simplifica un poco la gestión fiscal del negocio;
- Obliga a justificar las deducciones y reduce así la posibilidad de cometer fraude fiscal.
¿Qué tipos de IVA existen y cuáles son?
Ahora que sabes que es el IVA deducible y su importancia, podemos hablar sobre los diferentes tipos de impuestos que existen.
En este sentido, es importante mencionar que no todos los productos o servicios tienen el mismo IVA, ya que existen algunos casos especiales donde los consumidores finales pueden pagar un impuesto reducido. Veamos cuáles son los porcentajes aplicables según el tipo de gastos realizado:
- Tipo general: es el que grava la mayor cantidad de productos, ya que incluye todos los que califiquen en las otras dos modalidades. Se aplica un tipo impositivo del 21 %.
- Tipo reducido: el Artículo 91 de la Ley 37/1992 establece un porcentaje del IVA del 10 % para productos como alimentos para personas y animales, agua, equipos médicos y productos farmacéuticos, entre otros.
- Tipo superreducido: el mismo artículo nos dice que los productos de primera necesidad tienen un tipo impositivo todavía menor del 4 %. Entre estos productos tenemos el pan común, frutas, hortalizas, verduras, libros y servicios para personas con discapacidad, entre otros.
Conocer el tipo impositivo aplicado a cada producto o servicio es indispensable, ya que te permite hacer el cálculo correcto del IVA que tienes que declarar ante la Agencia Tributaria, así como también el IVA deducible que puedes aplicar.
Diferencia entre IVA deducible, IVA soportado e IVA repercutido.
Cuando un cliente compra un producto o servicio de tu empresa, la factura tiene que reflejar la cuenta de IVA que está pagando la persona. Este dinero es recaudado por la empresa y luego se tiene que declarar ante Hacienda. A esto se le conoce como IVA repercutido.
Por su parte, cuando tu realizas una compra de un bien o servicio para tu negocio, tendrás que pagar el IVA. Sin embargo, si dicho bien se utilizará como parte de tu actividad empresarial, entonces el impuesto se puede deducir de la declaración y se conoce como IVA soportado.
IVA deducible es el IVA soportado que puede ser restado del IVA repercutido (el que la empresa cobra a sus clientes) en la declaración fiscal. Para que el IVA soportado sea deducible, debe cumplir ciertos requisitos, como estar relacionado directamente con la actividad empresarial y contar con la documentación adecuada. Se debe tener especial cuidado en no deducir el IVA de gastos que no estén estrictamente vinculados a la actividad de la empresa, como podrían ser gastos personales disfrazados de gastos empresariales.
En resumen, todo el IVA deducible es soportado, pero no todo el IVA soportado puede ser deducible. Solo se deduce aquel IVA que cumple con las condiciones establecidas por la ley.
Diferencia entre el IVA deducible y el IVA devengado deducible
También es importante hacer una distinción entre el IVA deducible y el IVA devengado deducible. Tal y como indican sus nombres, ambos se pueden deducir de la declaración de impuestos.
Su diferencia radica en el periodo de tiempo en el que se repercute el cobro del IVA. Cuando hablamos del IVA devengado deducible, nos referimos al impuesto que se genera generalmente cada trimestre y que se puede deducir directamente en ese mismo intervalo de tiempo.
Requisitos para poder deducir el IVA deducible
El Artículo 93 de la Ley 37/1992 establece cuáles son los requisitos mínimos que tienen que cumplir las empresas para optar por la deducción del IVA.
En él, se establece como condición fundamental que las empresas, autónomos o profesionales tienen que estar desempeñando su actividad económica de forma habitual. Solo así se pueden soportar las compras realizadas y tener derecho a la deducción.
Otros requisitos fundamentales que tienes que conocer son:
- El IVA de los gastos realizados tiene que estar relacionado con la actividad económica de la empresa. Esto incluye la compra de nueva maquinaria, materias primas y suministros básicos, entre otros.
- Es necesario mantener toda la documentación que acredite la compra de los bienes o servicios. Por tanto, deben almacenarse documentos como facturas o cualquier comprobante de las transacciones realizadas donde se muestre el cobro del IVA según el tipo de gastos.
- La empresa, autónomo o profesional debe realizar actividades que permitan deducir el IVA, como la venta de bienes o servicios sujetos al IVA.
- Cualquier bien adquirido tiene que ser registrado en los libros contables de la empresa, así como también en el libro del IVA. Este es un paso fundamental para demostrar el uso del bien dentro de las operaciones del negocio.
- Solo se puede ejercer el derecho a la deducción si no han transcurrido más de 4 años desde la compra.
Es sumamente importante que conozcas la normativa aplicable para el IVA deducible, puesto que así podrás obtener este beneficio fiscal y también evitar sanciones. Lo más recomendable es buscar un asesor fiscal que te ayude a identificar las operaciones en las que se aplica la deducción y a cumplir con los requisitos que te mostramos anteriormente.
Gastos que permiten la deducción del IVA deducible
Un gasto deducible es aquel que realiza la empresa con la finalidad de adquirir un bien o servicio que esté directamente relacionado con la actividad económica que realiza. De ser así, se puede deducir el IVA en la declaración de impuestos trimestral.
Entonces, para que la Agencia Tributaria considere que el gasto es deducible, se tienen que dar estos tres factores:
- Que el bien o servicio sea utilizado en su actividad económica;
- Que la empresa tenga las facturas del bien y cualquier documento que justifique su uso en la empresa;
- Que el bien esté debidamente registrado en la contabilidad y forme parte del patrimonio neto empresarial o profesional.
A partir de estos criterios, y los que exige la Ley 37/1992 en su Artículo 95, se pueden considerar gastos deducibles la compra de materia prima para productos o servicios, herramientas, maquinaria, mobiliario, equipos de computación, pago de alquileres, servicios de asesoría, pago de programas de gestión, servicios de mantenimiento, agua y electricidad, entre otros.
También se incluye la compra de suministros de consumo. Para este caso, es necesario demostrar que el producto está relacionado con tus operaciones económicas si quieres aplicar el IVA deducible.
Casos especiales: vehículos y bienes de inversión
En el Artículo 95 se establecen las reglas relativas a la obtención de bienes de inversión y vehículos y sus deducciones. Ambos tipos de bienes son deducibles, ya sea que hayan sido adquiridos, importados o arrendados.
Los automóviles y sus remolques, así como los ciclomotores y motocicletas, se considerarán que afectan al desarrollo de la actividad empresarial o profesional en un 50 %.
Por otra parte, los vehículos que se considera que se considera que afectan en una proporción del 100 % son:
- Los vehículos mixtos utilizados en el transporte de mercancías;
- Aquellos usados en la prestación de servicios de transporte de viajeros mediante contraprestación;
- Los involucrados en la prestación de servicios de enseñanza de conductores o pilotos mediante contraprestación;
- Coches utilizados por sus fabricantes en la realización de pruebas, ensayos, demostraciones o en la promoción de ventas;
- Vehículos utilizados en desplazamientos profesionales de los representantes o agentes comerciales;
- Cualquier vehículo usado en servicios de vigilancia.
También es importante destacar que la normativa permite aplicar deducciones por la adquisición de accesorios y piezas de repuesto para los vehículos, así como por combustibles, lubricantes y otros productos energéticos necesarios para su funcionamiento. Además, se incluyen deducciones por servicios de aparcamiento y el uso de carreteras de peaje, así como por rehabilitación, renovación y reparación.
Limitaciones y exclusiones en la deducción del IVA
La normativa establece en su Artículo 96 algunos productos o servicios a los cuales no aplica el IVA deducible para las empresas y profesionales. Entre estos encontramos:
- Joyas, alhajas, perlas naturales o cultivadas, y objetos elaborados total o parcialmente con oro o platino;
- El diamante, el rubí, el zafiro, la esmeralda, la aguamarina, el ópalo y la turquesa;
- Alimentos, bebidas y tabaco;
- Espectáculos y servicios de carácter recreativo;
- Bienes o servicios destinados a la atención de clientes y proveedores, asalariados o a terceras personas;
- Los servicios de desplazamiento o viajes, hostelería y restauración.
Ahora bien, el mismo artículo establece algunas excepciones según el tipo de gastos, donde se pueden conseguir deducciones de los productos o servicios, siempre y cuando se cumplan estas regulaciones:
- El bien o servicio tiene que ser de exclusiva aplicación industrial, comercial, agraria, clínica o científica.
- Los bienes deben estar destinados a la entrega o cesión de uso a título oneroso, directamente o mediante transformación por empresarios o profesionales.
- Por su parte, los servicios deben ser prestados como tales a título oneroso por empresarios o profesionales.
¿Cómo maneja la PYME y el autónomo el IVA no deducible?
Entender qué significa el IVA deducible es indispensable para las pequeñas empresas y los autónomos. Aplicar las deducciones disponibles permite a estos negocios mejorar sus beneficios durante el año fiscal y mejorar su crecimiento.
La normativa aplicable para estas empresas es la misma que comentamos anteriormente, aunque se deben tener consideraciones especiales según los bienes que se utilizan para realizar la actividad empresarial.
Esto se aplica, sobre todo con los vehículos que se usan tanto para uso personal, como para la empresa. En estos casos, se aplica una deducción que depende del porcentaje de uso que se le dé al bien mientras se trabaja. Algo similar ocurre con el alquiler cuando la actividad del autónomo se lleva a cabo en una casa.
IVA de importación deducible
Es importante saber también cómo se maneja el IVA deducible en el caso de que se obtengan bienes a través de la importación. Para estos casos, se aplican los mismos principios para conseguir la deducción, es decir, que el producto importado sea solo para el uso de la actividad económica de la empresa.
Hay que destacar que si se realizan adquisiciones intracomunitarias (con países miembros de la Unión Europea) es posible que la transacción esté exenta de IVA. Esto se aplica solo si ambas empresas cumplen los requisitos internacionales y se encuentran registradas en el ROI.
Cómo calcular el IVA deducible
El cálculo del IVA deducible es simple, pero se requiere de mucha atención a los detalles, ya que cualquier error puede generar inconvenientes con la Agencia Tributaria y alteraría la declaración.
Antes de hacer el cálculo, es necesario que hagas lo siguiente:
- Organiza las facturas de los bienes y servicios a los que se pueda aplicar el derecho a la deducción.
- Separa las facturas en función de los tipos de IVA aplicables según el producto. Esto te facilitará el proceso.
Una vez que tengas la información organizada, es momento de aplicar la siguiente ecuación:
IVA deducible = Base imponible x Tipo de IVA (21 %, 10 % o 4 %)
Más adelante te mostraremos un ejemplo para que tengas más claro cómo es el proceso. Te recomendamos utilizar software especializado en la gestión contable, ya que te permiten obtener el valor de la deducción en muy poco tiempo.
También hay que destacar que se puede usar un segundo método de cálculo, el cual se basa en el prorrateo. El método se aplica cuando se tienen en una misma factura el IVA de los gastos deducibles y otros no deducibles.
Para este caso, se tiene que calcular qué porcentaje de dichos gastos se puede utilizar para una deducción. Entonces, si pagaste 1000 euros de IVA en la factura y el porcentaje de gastos deducibles es del 60 %, la deducción total será de 600 euros.
Ejemplo práctico para hacer el cálculo
Imaginemos que tenemos una tienda de alimentos, que ha realizado una compra recientemente con los siguientes productos:
- 20 kg de carne. Precio total de 200 €.
- 30 kg de frutas y verduras. Precio total de 150 €.
- 10 kg de pan. Precio total de 100 €.
- Un televisor. Precio total de 250 €.
La factura final tiene un coste total de 700 €, incluido el IVA. Por esta razón, es que se debe iniciar con el cálculo de la base imponible: Precio total / 1 + (Tipo de IVA / 100).
- Carne - Base imponible = 200 € / 1,21 = 165,29 €.
- Frutas y verduras - Base imponible = 150 € / 1,04 = 144,23 €.
- Pan - Base imponible = 100 € / 1,10 = 90,90 €.
- Televisor - Base imponible = 250 € / 1,21 = 206,61 €.
Ahora tenemos que hacer el cálculo del IVA soportado, el cual se consigue multiplicando la base imponible con el tipo impositivo que se aplica para cada producto, teniendo los siguientes resultados:
- Carne - IVA soportado = 165,29 € x 21 % = 34,71 €.
- Frutas y verduras - IVA soportado = 144,23 € x 4 % = 5,77 €.
- Pan - IVA soportado = 90,90 € x 10 % = 9,10 €.
- Televisor - IVA soportado = 206,61 € x 21 % = 43,39 €.
Ya conseguimos cada monto pagado del IVA por los productos. Sin embargo, si la tienda es de alimentos, no todos estos bienes serán usados para su actividad económica. En este sentido, el televisor no aplica para una deducción.
Para conseguir el IVA deducible, solo se tienen que sumar los valores del IVA para cada producto (excluyendo el del televisor). Esto nos da un resultado de 49,58 € y este será el monto que se puede deducir.
Finalmente, en tu declaración tendrás que incluir las cuotas de IVA repercutido, es decir, el que fue recolectado por las compras de los clientes. Supongamos que este monto es de 100 €, de manera que, aplicando la deducción obtenida, el importe que tienes que entregar a la Agencia Tributaria será de 50,42 €.
IVA deducible y el modelo 303
El modelo 303 es el que se utiliza para hacer la declaración trimestral del IVA ante la Agencia Tributaria. Allí se registran y declaran de forma obligatoria todas las transacciones que involucran el pago o el cobro de este impuesto.
En este sentido, en el modelo se tienen que especificar cuáles han sido las compras de bienes o servicios relativos a la actividad económica. Hacer dicho registro correctamente es indispensable si quieres obtener el derecho a la deducción.
Para cumplir con el procedimiento establecido por la Agencia Tributaria, es necesario considerar las casillas 28 a 40 para el IVA deducible. Por otro lado, las casillas 40 a 46 se utilizan para calcular el IVA correspondiente a cada base imponible.
Plazos y procedimientos para deducir el IVA deducible
Normalmente, el derecho a reclamar una deducción fiscal nace desde el momento que se realiza el pago del impuesto, es decir, cuando se hace la compra del bien o servicio. Esto se indica a partir de la fecha de emisión de la factura involucrada.
Desde ese momento, la empresa, el autónomo o profesional tiene un periodo de hasta 4 años para hacer la solicitud de la deducción. Si durante ese tiempo no se ha hecho ninguna declaración, entonces el dinero se mantendrá en posesión de la Agencia Tributaria.
¿Cuándo se presenta la declaración del IVA deducible?
Como el IVA deducible se tiene que registrar en el propio modelo 303, se tiene que realizar la declaración cada tres meses de manera obligatoria.
Dicha declaración se puede hacer en una agencia física de Hacienda, o de forma telemática. Para el segundo caso, necesitarás un Certificado Digital o Cl@ve PIN para ingresar a la Sede Electrónica de la Agencia Tributaria y poder identificar tu empresa.
Una vez que ingresas al sistema, tendrás que completar las casillas que te mencionamos anteriormente (de la 28 a la 40). Ahora bien, es importante que tengas a mano todas las facturas correspondientes a los gastos deducibles, puesto que Hacienda los va a solicitar con la finalidad de corroborar que efectivamente puedes acogerte a este derecho.
Todo este proceso se tiene que completar durante los primeros 20 días del mes siguiente al trimestre o período impositivo que se está evaluando.
No podemos dejar de mencionar que, en caso de que el monto del IVA deducible sea mayor que el IVA repercutido, la Agencia Tributaria tendrá que hacerte una devolución. Esto solo es posible si cumples con los requisitos expuestos en la Ley 37/1992.
Consecuencias de deducir IVA incorrectamente
Ya conoces qué es el IVA deducible, por lo que es fácil imaginar su importancia para la Agencia Tributaria. Es justo por esto que no se pueden cometer las siguientes modalidades de error:
- Infracciones formales: son las relacionadas con el incumplimiento de los procedimientos establecidos en la norma, tales como entregar la declaración fuera de plazo o incluso no presentarla.
- Infracciones materiales: suelen ser las más graves, ya que están relacionadas directamente con la falta de información en la declaración o la inclusión de deducciones que no son aplicables.
En este sentido, las consecuencias de deducir el IVA de forma errónea van a depender del tipo de infracción. Según sea el caso, la sanción más usual es una multa que dependerá de cuánto dinero se deduce incorrectamente. Las empresas también pueden tener consecuencias legales dependiendo de la gravedad del problema.
Hay que destacar que existen varios factores que considera la Agencia Tributaria para seleccionar la cuantía de la sanción. Entre estos debemos destacar:
- Intencionalidad: se refiere a si la deducción errónea se hizo conscientemente o simplemente fue un error.
- Reiteración: Hacienda evalúa cuántas veces se repiten estos errores y que tan periódicos son.
- Monto deducido: este es uno de los más relevantes, ya que, mientras más dinero se deduce erróneamente, mayores serán las sanciones.
- Cooperación: por último, la Agencia Tributaria evalúa si los sujetos pasivos están dispuestos a colaborar para corregir los errores cometidos o no.
Cómo corregir errores en la deducción del IVA
Es esencial que antes de entregar la declaración realices una revisión exhaustiva de todos los cálculos y las deducciones que pretendes aplicar. Esto se realiza con la finalidad de asegurarse de estar cumpliendo con la normativa vigente y no recibir ninguna sanción.
Por lo tanto, si durante la revisión detectas un error, tienes que comunicarlo directamente a la Agencia Tributaria para corregirlo. Para esto, es necesario:
- Cuantificar el error, es decir, calcular el importe del IVA deducible incorrecto o directamente que no fue deducido.
- Determinar cuál es el periodo impositivo afectado en la declaración.
- Para hacer la modificación de la declaración tienes que usar el Modelo 390 dentro del mismo plazo en el que se entrega el Modelo 303.
- Incluir cualquier información o documento necesario para demostrar el error cometido.
Con respecto a los errores, hay de dos tipos: incluir deducciones no aplicables u olvidar agregar deducciones a la declaración. En el primer caso, luego de hacer la corrección, tendrás que abonar a Hacienda el monto que se ha deducido incorrectamente de los impuestos.
Por otro lado, en caso de que hayas salido perdiendo dinero, puedes aplicar la deducción en el siguiente período impositivo o solicitar directamente su devolución. Esto se puede hacer de forma telemática o en una sede oficial de la Agencia Tributaria.
Conclusión
Hacer una correcta declaración del IVA deducible es clave para una buena gestión tributaria. Mantén tu contabilidad organizada y digitaliza tus facturas para facilitar la declaración. Actualízate sobre los cambios normativos y conserva toda la documentación necesaria. Revisa los cálculos del IVA en tus facturas y utiliza software contable para evitar errores. Además, asegúrate de que todas las operaciones sujetas a IVA estén adecuadamente clasificadas según el tipo de producto o servicio ofrecido, lo cual es esencial para aplicar los porcentajes correctos.
Si tienes dudas, consulta la Agencia Tributaria o contrata un asesor fiscal para cumplir con las normativas vigentes en España. Estar bien asesorado te ayudará a optimizar tus obligaciones fiscales y evitar posibles sanciones. Implementa controles internos regulares para asegurar que tu empresa siempre cumpla con los requisitos fiscales actuales.
Preguntas frecuentes
¿Qué ocurre si el IVA deducible es mayor que el IVA repercutido?
Esto significa que has pagado más IVA del que has cobrado a tus clientes durante el periodo impositivo. En este caso, tendrás la opción de solicitar una devolución a la Agencia Tributaria o utilizar el sobrante como una deducción para la siguiente declaración.
¿Cómo se deduce el IVA en una factura simplificada?
Las facturas simplificadas se suelen usar para agilizar algunas transacciones que tienen un bajo importe, por lo que no incluyen algunos datos. Cuando esto ocurre, la factura no se puede utilizar para pedir una deducción del IVA, ya que no se cumplen los requisitos básicos establecidos por la ley.
¿Puedo deducir el IVA si no tengo la factura completa?
No, cuando la factura no está completa no es posible aplicar el gasto realizado para una deducción, ya que la Agencia Tributaria no considerará el documento como válido. En estos casos, se recomienda contactar al proveedor del bien o servicio para que emita una factura con todos los datos requeridos.
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